Después de que un juez les concediera un amparo para llegar al Zócalo de la Ciudad de México, los integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO, que mantenían un plantón con casas de campaña en Avenida Juárez y Paseo de la Reforma, lograron arribar a la plancha de concreto de la Plaza de la Constitución, en donde se instalaron, agitaron banderas tricolores y entonaron el himno nacional.
Lo tuvieron que hacer sólo del lado poniente, no frente a Palacio Nacional, como pretendían, porque una larga valla de granaderos, ahora policías antimotines bien armados, se los impidió, en medio de reclamos de los frentistas, que advirtieron que ahí permanecerán “hasta que el Presidente Andrés Manuel López Obrador renuncie”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
A pesar del conflicto que prevalece por el agua de la presa La Boquilla, tras los enfrentamientos con agricultores y la violencia que hay en Chihuahua, el Gobierno federal decidió abandonar el convenio de coordinación en materia de seguridad, reveló el gobernador panista de esa entidad, Javier Corral, quien lo atribuyó a una “venganza” del Presidente López Obrador.
Dijo que fue el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien le comunicó esa medida, la cual de hecho había comenzado desde hace varios días aunque sin una notificación oficial, como la que le dio a conocer ese funcionario.
La reacción de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional fue inmediata, al calificar de inadmisible esa ruptura del Gobierno federal con el de Chihuahua y respaldaron a Corral, a quien le expresaron su solidaridad ante esa decisión, en momentos en que el conflicto del agua en la presa La Boquilla ha llegado a serios enfrentamientos de agricultores con elementos de la Guardia Nacional y el asesinato de una mujer, Jessica Silva.
Jaime Torres, esposo de ella, quien resultó gravemente herido en el ataque de elementos de la Guardia Nacional, a los que señalan como responsables de la agresión cuando se sumaron a la marcha de protesta en el municipio de Delicias, hace dos semanas, reapareció ayer en un acto en el que retiró su denuncia contra esa corporación.
La crítica que le hizo el Presidente López Obrador a Jaime Cárdenas Gracia, director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, tras presentarle su renuncia a ese cargo, en la que denunció actos de corrupción en ese organismo, parece confirmar la razón por la cual tanto miembros del gabinete como otros funcionarios prefieren no dimitir.
En su mañanera de ayer, dijo que el abogado jalisciense tuvo miedo de entrarle a combatir la corrupción y, en otro de sus habituales dicharachos, recordó que “el que se aflige, se afloja”, riesgo que corren los funcionarios que renuncian.