Panamá, dolor de cabeza diplomático

PULSO POLÍTICO

Francisco Cárdenas Cruz&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Francisco Cárdenas Cruz *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Si algunos temas económicos no se le dan del todo al Presidente, tampoco reglas de la diplomacia, que en el pasado le dieran singular brillo y reconocimiento mundial —éste sí, sobradamente merecido— al servicio exterior, porque de nueva cuenta se apresuró a anunciar a quien propondrá para ocupar la embajada de México en Panamá, sin intento de sondeo previo con el gobierno de ese país, igual que ocurriera con el rechazado historiador acusado de acosador, lo que puede motivar nuevo escándalo.

Su nueva propuesta, la de la senadora morenista suplente Jesusa Rodríguez, ya empezó a tener reacciones panameñas desfavorables, por las polémicas que la también escritora, actriz y directora teatral, ha originado con expresiones como aquellas de que “todas las hembras de todas las especies, merecen vivir, son iguales a los humanos” o “las vacas, las puercas, las burras, todas las hembras somos iguales”.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

La acusación del Presidente López Obrador a la canciller de Panamá, Erika Mouynes, de haber actuado “como la Santa Inquisición”, por haberle negado, en nombre del gobierno de su país, el beneplácito a Pedro Salmerón, a quien propuso inicialmente como embajador de México, le han provocado rudas críticas de un exmandatario y exfuncionarios panameños, que han enrarecido las buenas relaciones diplomáticas que existían.

No sin razón se preguntan por qué después de que los anteriores embajadores mexicanos fueron diplomáticos de carrera, gente de prestigio, ahora se les pretende enviar a quienes aquí mismo han sido tan cuestionados, como fue el caso de Salmerón, y como ya empezó a ser ahora con la nueva propuesta lopezobradorista.

Por más vueltas que se le den y dígase lo que se diga, la negativa de la Secretaría de Hacienda a aportarle al INE los mil 738 millones de pesos que solicitó para poder organizar la consulta de revocación de mandato, el 10 de abril próximo, en vez de las 161 mil 460 casillas que debería instalar como si fuera una elección federal, solamente serán 57 mil 77.

Eso seguramente motivará que dirigentes y legisladores del partido en el Gobierno, y éste mismo, inicien una nueva embestida contra el organismo electoral y los consejeros, al que de cara a los procesos venideros buscan desde ahora descalificar y “limpiar”, como se pretende con la iniciativa de reforma que el Ejecutivo Federal remitirá a la Cámara de Diputados.

Si el canciller Marcelo Ebrard no ha cuestionado propuestas diplomáticas, se espera que Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, se atreva a frenarlas y le evite más problemas al país. Ambos sostuvieron una reunión ayer en la sede senatorial.

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