La ejecución del reportero Armando Linares López, director del portal Monitor Digital de Zitácuaro, octava que ocurre en los dos meses y medio de este año, confirma la reciente resolución del Parlamento Europeo, en la que exigió al Presidente Andrés Manuel López Obrador garantizar la protección de quienes ejercen el periodismo en México, y que mereciera su respuesta de negar una inocultable realidad.
Ayer mismo, en ese municipio michoacano, un numeroso grupo de reporteros, fotógrafos, camarógrafos y familiares de la víctima, realizaron una marcha para exigir un alto a tanta violencia y mostraron pancartas con reclamos como “Gobierno pacifista no mata periodistas”, “Ni con balas de metrallas, la Prensa no se calla”, “No queremos condolencias gubernamentales”, “Dejen de usarnos como carne de cañón para sus disputas políticas”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Al responder a preguntas sobre el asesinato del periodista Linares López, de Zitácuaro, el Presidente López Obrador negó que se trate de un crimen de Estado, porque su Gobierno no va a mandar a matar a nadie, ya que no son tiempos de “mátalos en caliente”, como ocurría antes, y recordó que algunos reporteros de Michoacán cuentan con mecanismo de protección, el cual, por lo que ocurre, de nada sirve.
Dijo en su mañanera que no hay elementos para asegurar que los homicidas sean servidores públicos ,porque “si no, los del Parlamento Europeo utilizan estos casos para golpear al Gobierno, como lo hacen los periodistas mercenarios”, al recordar lo aprobado por los 607 eurodiputados de ese organismo, que exigió al Gobierno de AMLO garantizar la protección a periodistas y defensores de derechos humanos, que tanto enojo le causó.
Hasta al mismo López Obrador le pareció excesivo el escarnio del exgobernador independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, por la profusa difusión de gráficas en medios de comunicación en el penal de Apodaca, cuando fue sometido a revisión médica y fichado.
Al mismo tiempo, el abogado de El Bronco, Víctor Olea, sostuvo que se violó su presunción de inocencia y aseguró que, como el delito electoral que se le imputa no amerita prisión oficiosa, deberá quedar en libertad tras la audiencia que habrá el próximo miércoles.
Arrecia el escándalo por la descabellada acusación contra la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, la mujer de baja estatura a la que se acusa de haber “sometido y golpeado” a dos fortachones policías, a la que habiendo ganado la elección el año pasado como candidata del PAN-PRI-PRD, se le pretende despojar del cargo para que lo ocupe alguna morenista.
Ésa parece ser la forma en que el partido que gobierna el país y más de la mitad de gubernaturas, pretende recuperar la mitad de las alcaldías que perdió en la CDMX.