Cuatro días después de contraer Covid-19 por tercera ocasión, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reapareció ayer en un video grabado en Palacio Nacional y puso fin a especulaciones, rumores y versiones acerca de su verdadero estado de salud, reconoció que tuvo un desmayo transitorio por baja de presión arterial —“una especie de váguido, hablando coloquialmente”—, del que fue atendido de inmediato y, ya recuperado, trasladado desde Mérida a la Ciudad de México después del mediodía del domingo y de que le diagonosticaron el virus.
Ese video se difundió horas después de que los 22 gobernadores de Morena y sus aliados sostuvieron una reunión en Palacio Nacional, encabezada por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, para evaluar la estrategia de seguridad y programas sociales, en la que no estuvo el Ejecutivo federal personalmente ni a distancia, ni tampoco envió un mensaje, por lo que los reporteros preguntaron insistentemete por él, a lo que el funcionario respondió: “Ya aparecerá, tengan paciencia”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Mientras el Presidente se restablecía del mal que lo aqueja desde el domingo pasado, los diputados de Morena y sus aliados se dieron vuelo para aprobar a toda prisa cuanta iniciativa les había enviado, sin siquiera darle lectura a los dictámenes, en una flagrante violación al Reglamento Interior del Congreso, antes del día 30 en que concluye el periodo ordinario de sesiones, lo que obligará al Senado a dejarlas pendientes para no secundar tanta irresponsablidad.
Un ejemplo de ello fue la reforma a la Ley Minera, que se aprobó al fast-track en San Lázaro y tuvo que ser frenada en la sede senatorial del Paseo de la Reforma, igual que deberá ocurrir con las aprobaciones de las súbitas desapariciones de más de una docena de instituciones y organismos, como el Insabi, la Financiera Rural y el Conacyt, entre otras.
La enfermedad del Ejecutivo federal, a la que la Cancillería atribuyó la cancelacion de la cumbre de países latinoamericanps para la Integración Alimentaria, que iba a realizarse en Cancún, el 6 y 7 de mayo, motivó que el secretario de Gobernación, encargado de la mañanera, discrepara al asegurar que “fue porque no se conciliaron agendas con otros países de Latinoamérica” que, dijo, nada tiene que ver con el estado de salud del mandatario.
No es el primer diferendo público entre el titular de Segob y el canciller Marcelo Ebrard, “corcholatas” ambos, si se recuerda que el tabasqueño dijo que el caso de la muerte de 40 migrantes en Ciudad Juárez, en un local del INM, adscrito a aquella dependencìa, sería atendido por el tituar de Relaciones Exteriores, cuya reacción fue de evidente malestar.
También el embajador de EU, Ken Salazar, dio positivo a Covid-19.