Por “razones de política exterior”, el gobierno de Estados Unidos anunció que retirará los cargos que el Departamento de Justicia de ese país imputó al general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, para que sea juzgado en México, en donde la Fiscalía General de la República “inició su propia investigación”.
En un comunicado conjunto de ambas dependencias, se dio a conocer esa sorpresiva decisión para que el militar mexicano de más alto rango sea trasladado a nuestro país, la víspera de la audiencia que se iba a realizar hoy, en un juzgado de Nueva York.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Contradictorias, por decir lo menos, esas declaraciones de que “la etapa más activa del coronavirus está controlada”; la insistencia de que la estrategia implementada “evitó la saturación de hospitales” y el acuerdo suscrito ayer entre el Gobierno federal y la asociación de hospitales privados, que garantice una mejor atención a los afectados por la pandemia, ya que “aunque haya más contagios, lo importante es salvar vidas”.
Unas fueron del secretario de Salud, Jorge Varela Alcocer, en una de sus fugaces apariciones en Palacio Nacional, y otras del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en víspera de que el número de fallecimientos llegue, y rebase, los 100 mil antes de concluir el año, como erróneamente se había pronosticado en otro desatino del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Mientras, mandatarios de algunos países, entre ellos el Presidente López Obrador, siguen sin reconocer el triunfo de Joe Biden como próximo ocupante de la Casa Blanca, éste anunció ayer el nombramiento de varios de sus principales asesores, que formarán parte de su equipo con el que gobernará Estados Unidos los próximos cuatro años.
Al mismo tiempo, más locuaz que de costumbre, el aún presidente del vecino país, Donald Trump, sigue empeñado en calificar de “proceso amañado”, en el que fue derrotado por su adversario demócrata y no se cansa en proclamar que él fue el ganador de la contienda y, al estilo postelectoral mexicano, azuza a sus seguidores a realizar manifestaciones de protesta en Washington.
La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, retomó ayer la desafortunada frase de su jefe de que la pandemia le cayó como “anillo al dedo”, al asegurar que el actual Gobierno federal evitó que las emergencias se convirtieran en terreno fértil para la corrupción.
Tal parece que, como el Cid Campeador, el exsecretario de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, va a ganar la batalla que libró al frente de esa dependencia, para que se prohibiera el uso de glifosato, ya que la Secretaría de Salud, la propia Semarnat y el Conacyt, coincidieron en demandar que deje de ser utilizado.
