Por más que se niega a hablar del escándalo sexenal en el que están involucrados el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, y su exsecretaria de Gobernación y hoy presidenta del Senado, por las acusaciones públicas de su exconsejero Jurídico, Julio Scherer Ibarra, e insista en que no se meterá en ese conflicto —y recurra ahora al horario de verano—, el Presidente Andrés Manuel López Obrador salió ahora con que “tiene otras cosas mucho más importantes” que hacer.
Ese enfrentamiento deja claro lo sucedido entre quienes ocuparon cargos relevantes, desde el inicio del sexenio, que en su momento hubo singular empeño en negar lo que ocurría y que involucra también al encargado de procurar justicia, exhibido en conversación telefónica grabada cómo la imparte familiarmente o el control que ejerce sobre algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia que merece ser ventilado por los ilícitos denunciados.
DE ESTO Y DE AQUELLO
El Consejo General del INE aprobó el Padrón Electoral y la Lista Nominal para la consulta de “revocación” — en realidad, ratificación — de mandato: tendrán que votar 37 millones 129 mil 286 personas para ser vinculante, lo que a estas alturas parece francamente difícil, por más que toda la maquinaria gubernamental y morenista está dedicada a promover esa consulta y a responsabilizar anticipadamente al INE del abstencionismo que se registre.
Además, en una consulta promovida desde el Gobierno como la del próximo 10 de abril, para la que se recabaron lo mismo firmas legales que ilegales, en las que hasta los muertos acudirían a las urnas u ofrecimientos, presiones o hasta amenazas a los que no acudan, sueñan quienes crean que lograrán revocarle el mandato al Presidente.
La instalación del “Grupo de Amistad México-Rusia” en la Cámara de Diputados, promovida por la bancada del PT, uno de los aliados político-electorales de Morena, motivó el rechazo de legisladores del PAN y Movimiento Ciudadano, quienes coincidieron en señalar la falta de sensibilidad de sus colegas, ante el conflicto que amenaza la paz mundial.
Peor aún, porque el embajador de Rusia en México, Viktor Koronell, que asistió a ese acto en San Lázaro — en el que fue notoria la ausencia y silencio de diputados del PRI y PRD — negó lo innegable: que su país haya empezado la guerra con Ucrania.
Además de medios y periodistas, el blanco en la mañanera fueron ayer varios populares artistas que se atrevieron a externar sus críticas a la construcción del Tren Maya, por el daño ecológico en entidades del sureste.
A 28 años de que el país torció el rumbo, tras el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, y el encarcelamiento de su presunto homicida, las dudas aún persisten.
