El rotundo triunfo de Joe Biden como próximo presidente de Estados Unidos es la esperanza del mundo y también de México en que las cosas cambien tras el errático mandato de Donald Trump y el odio que éste concitó entre los ciudadanos y familias de su país, que lo llevaron a una derrota contundente, al obtener 214 votos electorales de los 270 que requería para ganar.
Mientras mandatarios de Europa y América Latina felicitaron al que fuera candidato demócrata, entre éstos los de Venezuela, Argentina y Cuba, el de México se abstuvo “para no ser imprudente” y esperar a que termine el proceso al comparar la elección estadounidense con la de él, en 2006, “cuando nos robaron la Presidencia”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Al estilo poselectoral mexicano, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se niega a reconocer su apabullante derrota frente a Joe Biden. Se queja de que en el proceso “hubo fraude”, sin presentar prueba alguna; advirtió que no reconocerá el resultado y reiteró que acudirá a la Suprema Corte para impugnarlo. Sólo le falta anunciar que, de no lograr revertir la votación adversa, se declarará “presidente legítimo”.
A las felicitaciones que recibió al próximo presidente de la Unión Americana de los primeros ministros de Canadá y Reino Unido, así como de la canciller de Alemania, se sumaron las del venezolano Nicolás Maduro, del cubano Miguel Díaz-Canel y del argentino Alberto Fernández, que han tenido diferencias con Trump y quienes declararon estar dispuestos a dialogar con Biden.
Tras el triunfo de éste y la necedad del aún presidente de la Unión Americana, dirigentes y militantes del Partido Demócrata han advertido que si Trump, quien gobernará ese país hasta la medianoche del 19 de enero próximo, se rehúsa a abandonar la Casa Blanca, lo obligarán a hacerlo.
Cosas de la vida: mientras la derrota de Trump coloca en un predicamento a Luis Videgaray al que seguramente le harán efectiva, ahora sí, la orden de aprehensión solicitada por la FGR a un juez, su amigo Jared Kushner, yerno del aún presidente, ya nada podrá hacer a su favor; pero el General Salvador Cienfuegos, extitular de la Defensa Nacional, preso en Nueva York, podría verse beneficiado por la relación que desde el sexenio calderonista entabló con el ganador de la contienda.
Si los dirigentes del Partido Demócrata recuerdan que el actual secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, participó activamente en la campaña de Hillary Clinton hace cuatro años, eso le permitirá contribuir no sólo a que la relación de su jefe con el próximo ocupante de la Casa Blanca no sea lo difícil que hoy se ve, sino que él fortalecerá su aspiración para 2024.
