La burbuja de Alito y la disputa por el PRI

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

El mítico auditorio Plutarco Elías Calles del CEN del PRI ya no ruge como antes, ahora mira a los “nuevos priistas” –en el peor momento del partido- añorar los tiempos de la grandeza de su pasado, enfrascarse en una intensa lucha por el control del partido de cara a la próxima elección presidencial y reconocer que sólo el tricolor ya no puede.

Ayer, el foro “Diálogos por México” –que se convirtió en una pasarela para los ochos priistas que pudieran aspirar a la candidatura presidencial del tricolor- reflejó lo que los leales a su líder nacional Alejandro Moreno no quieren reconocer: una intensa crisis interna que le pasará factura en 2024.

Al poner en marcha la pasarela, Alito presumió ante integrantes del Consejo Político Nacional y de su CEN que asistían cuatro expresidentes (Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, José Antonio González y Pedro Joaquín Coldwell), y sus gobernadores de Oaxaca y Durango.

También presumió la presencia del líder de su bancada en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, y del vicecoordinador de los senadores Manuel Añorve –incondicional de Manlio Fabio- y destacó la presencia del excanciller José Ángel Gurría y del gran abogado Sergio García Ramírez.

Lo que no presumió fue la ausencia de otros expresidentes como Carolina Monroy, Roberto Madrazo, Dulce María Sauri, Humberto Roque, César Camacho, y Claudia Ruiz Massieu, tampoco que no estuvo ahí Alfredo del Mazo ni Miguel Riquelme, gobernadores de los últimos bastiones del tricolor que irán a comicios en 2023: el Estado de México y Coahuila.

Y más palpable, la ausencia del líder de los senadores priistas: Miguel Ángel Osorio, el hombre que operó para que el propio Alito se quedara al frente del partido tras la derrota presidencial de 2018 y poderle dar gobernabilidad al partido, con el apoyo de los gobernadores que tenían, y reagruparlo para evitar su aniquilación.

Pero le aplaudieron con energía quienes forman parte de la estructura que Moreno Cárdenas ha creado y controla en todos los niveles, en las cámaras del Congreso de la Unión, en el Consejo Político Nacional, en el CEN y en las alicaídas dirigencias estatales.

No se vieron esas columnas de los sectores Obrero, Campesino y Popular, desbordándose por su líder, solo algunas tibias menciones para sus dirigentes, tampoco esa mareas de gente que por convicción o acarreo desbordaban la sede de Insurgentes Norte con matracas y tambores.

Ante un “Plutarco” lleno peor desangelado, Alito lanzó anzuelos, guiños y coqueteos porque en soledad el PRI no gana ni de chiste la Presidencia de la República en 2024. El PRI “no validará los intentos del poder por dividirnos, dividir a la oposición y dividir al pueblo de México”.

Y después dijo que el PAN y el PRD (quienes ya no confían en él) y Movimiento Ciudadano son bienvenidos a una alianza: “tienen en el PRI a un aliado que ofrece respaldo, respeto, compromiso y experiencia para sacar al país de sus horas más difíciles”. No pues wow.

Enseguida la primera de los ocho de la pasarela: la gran Beatriz Paredes. Y ella fue clara: quiere ser la candidata presidencial del PRI, demandó que el proceso se abra a la militancia –en primarias o internas-, que se democratice al partido y no actuar monolíticamente. Sonó en contracorriente al control que tiene Alito del tricolor y sus órganos directivos en todo el país. “No debe asustarnos los resultados de la democratización”, dijo.

Y siguió la pasarela con Ildefonso Guajardo, secretario de Economía en el sexenio de Peña Nieto y constructor del T-MEC, Alejandro Murat, gobernador derrotado en Oaxaca y que dejará el encargo a finales de noviembre, y cerró la jornada el extraordinario José Ángel Gurría, alguna vez cabeza de la OCDE.

Hoy irán a la pasarela Enrique de la Madrid, los gobernadores de Coahuila y Durango y cerrará Claudia Ruiz Massieu en lugar del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, distanciado de la dirigencia nacional del tricolor.

APUNTES

Por cierto, vale la pena mencionar la reunión que tuvo el senador Ricardo Monreal con el “Colectivo 50+1”.

Ahí, en el marco del aniversario del voto de la mujer en México, se comprometió a impulsar mayores acciones para avanzar en la legislación en materia de género y que empujará herramientas, como un observatorio ciudadano, para dar seguimiento a los avances legislativos en materia de equidad y contra la violencia de género, en el que deben deben participar instituciones educativas, sociedad civil y sea encabezado por el “Colectivo 50+1” . Bravo.

Y en esos menesteres… al señalar que la civilidad y cultura política de los partidos estará a prueba en la elección del 2023, el líder del PRI en el Estado de México, Eric Sevilla, suscribió el pacto que busca la participación igualitaria y libre de violencia política. En el acto organizado por el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en el Estado de México, sostuvo que la violencia en ninguna de sus formas se justifica y la política nunca debe estar marcada por este tipo de actos que lastiman a la sociedad. Igualdad.

Por cierto, no hay que perderle la pista a la diputada capitalina Ana Villagrán Villasana. Nos dicen que el pasado viernes, durante su primer informe de labores mostró músculo politico con la convocatoria pues fue arropada por actores políticos como Andrés Atayde, Sandra Cuevas, Kenia López, Lía Limón, Nora Arias, Enrique Vargas, Lupita Leal y Armando Zuñiga. Promesa.

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