El arranque de la competencia interna por la candidatura presidencial de Morena, nos dicen, ha sacudido en lo más profundo a estructuras y liderazgos de este movimiento social –convertido en partido político- y obligado a dirigentes, con su trabajo político de años, a que se decanten por alguno de sus cuatro aspirantes.. pero también a trasladar sus lealtades.
Sin temor a la fiscalización de la autoridad electoral desde el banderazo oficial del Congreso Nacional de Morena el 11 de junio, hace nueve días, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, se han movilizado para arrancar fuerte en esta contienda que, nos aseguran, ha detonado ya infiernos al interior de la 4T.
Ebrard ha coqueteado fuerte con el lopezobradorismo, primero recibiendo el apoyo de uno de los hermanos del Presidente de la República y luego ofreciendo incluir en el nuevo gobierno a uno de los hijos del mandatario, Sheinbaum ha mostrando músculo con miles de seguidores en plazas llenas y a Monreal operando a ras de tierra quizá buscando la CDMX.
Pero Adán Augusto ha apretado el puño y si bien se ha allegado de personajes que en su momento fueron muy pero muy cercanos a López Obrador -como César Yáñez, quien durante años fue su jefe de prensa-, también ha logrado que liderazgos leales al Presidente, caracterizados por su eficiente operación política, en el pasado caminen hoy a su lado.
De acuerdo con liderazgos morenistas consultados para esta columna, un ejemplo claro de ese traslado de apoyo de un presidenciable a otro es el de Leticia Quezada, que tuvo como mentor político a Rene Bejarano –y de quien se ha esforzado en deslindarse- y que durante los últimos años trabajó en la consolidación de algo llamado Consorcio 4T México (C4TM).
Hace un año, los esfuerzos de Leticia Quezada estaban enfocados a apuntalar, mediante acercamientos y acuerdos en corto con empresarios de todo el país pro 4T, a sumarse a favor de la aspiración de Claudia Sheinbaum, incluso reunieron al senador César Cravioto con empresarios para adelantarle su apoyo.
Fue el 18 de julio del 2022 cuando este grupo tuvo un encuentro con Cravioto para informarle que trabajarían en dos vertientes a favor de la candidatura presidencial de Sheinbaum y así dar continuidad al proyecto de la 4T. En ese momento se aceptó que Sheinbaum no era conocida en el centro y norte del país, que la consolidación del proyecto de la 4T tardará al menos tres sexenios.
El plan de ese grupo buscaba “amalgamar” a un “ejército de operadores políticos” que de la mano de empresarios empujaran la continuidad del proyecto económico, político y social de la 4T en la figura de Sheinbaum, aunque mantendría su respaldo político a Marcelo Ebrard y Adán Augusto López y sacaba de la ecuación e Ricardo Monreal.
Ha pasado casi un año y las cosas cambian. Leticia Quezada –quien afirmaba que C4TM era autónoma pero que irían con Sheinbaum y que en julio del año pasado participaban Aníbal Guerra, Marco Maya y Edmundo Villa- hoy se presenta como simpatizante del Grupo Tabasco y hace público su respaldo de Adán Augusto.
Nos comentan que conforme avance el proceso interno y los recorridos de los cuatro presidenciables de Morena, serán más claros la ratificación y los cambios de lealtades para unos y otros, la mayoría amarrados a la búsquedas de candidaturas para renovar la Cámara de Diputados y el Senado, y en algún cargo que entrará en disputa en las nueve entidades que además tendrán elecciones locales en 2024. Caray, cuánta lealtad.
RADAR
Desde tierras morelenses nos dicen que no hay que perder de vista la crisis política que hoy enfrenta el gobernador Cuauhtémoc Blanco tras la decisión del congreso de Morelos de dar entrada a la solicitud de juicio político contra el ex futbolista, presentada por un grupo de abogados, por el incumplimiento a la gobernanza de la entidad en materia de seguridad y manejo de recursos públicos.
