En sólo seis días el presidente Andrés Manuel López Obrador demostró su enorme capacidad de operación política: alineó a sus cuatro presidenciables, apaleó a la oposición en el Congreso de la Unión y reivindicó a la 4T como la principal fuerza política del país… comprobó pues que es un verdadero “animal político”.
En Palacio Nacional me comentan que el desvanecimiento que tuvo el Mandatario durante una gira por Yucatán y el diagnostico de un tercer contagio de Covid-19, abrió las puertas a que tanto en la casa presidencial como al interior de Morena en ambas cámaras, se endurecieran y cerraran filas en torno al proyecto de la Cuarta Transformación.
Legisladores del PRI, PAN y PRD, consultados por este columnista, admiten que cometieron un error estratégico:
En medio de una ola de rumores (fomentada por verdades a medias dichas por funcionarios estatales del PAN en Yucatán a periodistas locales) y mentiras esparcidas desde la noche del 22 de abril a través de redes sociales, en torno a la salud del Presidente -que versaban sobre que AMLO había tenido un infarto y hasta un derrame cerebral-, y sus cuatro precandidatos en plena lucha por el 2024, dieron por un hecho que la 4T estaba descabezada.
Mientras todo mundo estaba distraído en rumores sobre la salud de AMLO, la paliza de la 4T a la oposición en ambas cámaras no tenía marcha atrás.
Las bancadas de la 4T aprobaron al menos 16 nuevas leyes (o modificaciones de leyes), en el Senado, todas vía fast track, con una oposición ingenua que intentó reproducir las estrategias de la izquierda con tomas de tribuna para presionar desde el caos, pero ese precisamente es el escenario predilecto de AMLO y sus operadores.
Quienes vivimos los Congresos Nacionales del PRD durante más de 20 años, aquellos que se llevaron a cabo en Oaxtepec, en el Salón Covadonga o en el centro de convenciones de Avenida Morelos, vimos la semana pasada una calca de cómo las tribus adversarias eran sometidas por el liderazgo de López Obrador a través de votaciones dudosas, faltas de convocatoria o restricción de acceso a los delegados… los planchaban pues.
¿Y quién operó todo desde Palacio Nacional cuando muchos daban por “muerto” al Presidente?, pues el propio López Obrador quien incluso logró que actores de toda la confianza de Ricardo Monreal, como el presidente en turno del Senado Alejandro Armenta, lanzarán propuestas alineadas al proyecto lopezobradorista, como la que tiene que ver con la desaparición del INAI y que sus funciones pasen a la Auditoria Superior de la Federación.
Aquí el error más grave de la oposición en el Senado dentro del error estratégico: hicieron caso omiso a la convocatoria que hizo el senador Armenta, para que asistieran a la Casona de Xiconténcatl, a fin de discutir y votar las iniciativas de reformas presidenciales que se habían recibido de la Cámara de Diputados.
Así, la panista Xóchitl Gávez se encadenó a la tribuna de Xico y los aliados de Va por México permanecieron en la toma de la tribuna de la Cámara Alta en la nueva sede, con lo que renunciaron a su responsabilidad de participar en el debate y dejaron camino libre a los morenistas y sus satélites para aprobar las modificaciones.
Error estratégico, pues que partió de una lectura errónea de la realidad de que el Presidente López Obrador nunca se fue.
DESDE COAHUILA
Nos comentan que buena muestra de sensibilidad social mostró el candidato de la Coalición Unidad Democrática de Coahuila y Partido Verde al gobierno del estado, Lenin Pérez Rivera al acercarse a los trabajadores de Altos Hornos de México, en Monclova, al verlos en el “mercado de pulgas” vendiendo lo que pueden.
El candidato, nos comentan, se enteró que los trabajadores llevan varias semanas sin cobrar su salario, por lo que anunció una estrategia para reactivar la economía de la zona centro del estado y beneficiar a las miles de familias que empiezan a padecer la falta de un ingreso fijo.
Por cierto, en el debate de anoche, Pérez Rivera tuvo un desempeño importante.