Relevo, el fin de una era

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Francisco Reséndiz
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador entró a la recta final de su encargo de la misma forma en que lo inició: entre simbolismos, confrontación, menosprecio y el ataque contra sus adversarios y críticos para romper con el estatus establecido e imponer las reglas para un cambio de régimen político, económico y social en el país.

Y lo hizo el domingo, en la plaza que ha hecho suya y de los suyos: el Zócalo de la Ciudad de México, a donde llegó hace 30 años encabezando la marcha de la “Resistencia Civil Pacífica” por el fraude en Tabasco, a donde movilizó a miles en el 2000 al lado de Cuauhtémoc Cárdenas y en el mismo lugar donde en 2006 lideró la lucha contra el triunfo de Felipe Calderón.

En el lugar donde hace casi seis años se sumergió en una serie de simbolismos para arrancar su sexenio de la mano de las masas: ante más de 100 mil personas que inundaron su Zócalo, oró a los cuatro vientos y se postró de rodillas ante un indígena mientras abrazaba un Cristo Negro clavado en una cruz blanca.

Se paró en su bastión más fuerte a lo largo de tres décadas; donde se asumió como Presidente legítimo, recibió a la Revolución Cubana de Fidel, Raúl y el Che de manos del presidente Miguel Díaz Canel, donde se cobijó por cientos de miles para contrarrestar el peso de la marea rosa, la lucha de las mujeres contra la violencia, el reto de la sociedad civil organizada, de adversarios.

Y el domingo, en la Plaza de la Constitución mostró todo su poder acumulado durante estos seis años y pidió a sus fieles, a sus seguidores y simpatizantes seguir luchando —dijo— para fortalecer lo alcanzado y continuar construyendo una patria nueva, generosa y eterna.

Y ahí, entre los simbolismos y códigos de los que ha echado mano durante su gobierno, con los que ha conseguido el respaldo de mayorías y cambiar la nomenclatura política del país, el Presidente AMLO comprometió a Claudia Sheinbaum:

Puso por ejemplo la construcción de una casa que lleva a cabo una familia pobre, poco a poco, y que como es una familia solidaria amplia la casa para que viva ahí el primer hijo que se casa, otro anexo para la segunda hija que se casa con el material que aun tienen y que al final la casa queda para los hijos.

“Se tiene el material, sobre todo los que no se enduran, no se tiene el cemento, sino tiene block o la varilla, pero ya se tiene uno que ir o se va uno porque así lo decidió el creador o la ciencia o la naturaleza, pero qué felicidad que quien va a quedar en sustitución de uno es una mujer excepcional que le va a dar continuidad a la transformación.

“Por eso me río, porque las cosas que van a quedar pendientes, pues estoy absolutamente seguro que se van a concluir por lo extraordinario que es la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

“Como es sabido, estoy por terminar mi mandato y quiero confesar, aquí, en la plaza principal, en la principal plaza pública de México, en este Zócalo donde tantas veces nos concentramos durante nuestra lucha por la justicia y la democracia: me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento…

“Porque a quien entregaré la banda presidencial por mandato del pueblo es una mujer excepcional, experimentada, honesta y, sobre todo, de buenos sentimientos, de buen corazón; afín a los principios fundacionales de nuestro movimiento de transformación y auténtica defensora de la igualdad, la libertad, la justicia, la democracia y la soberanía: Claudia Sheinbaum Pardo”.

AMLO se despidió entre simbolismos —sólo estará en el Zócalo para encabezar la ceremonia de El Grito, por el Inicio de la Independencia Nacional, y la parada militar del 16 de septiembre— y dejará las dos últimas semanas el camino libre a Claudia Sheinbaum para que asuma las riendas del país con grandes retos.

Recibirá el país con fierros ardientes como el de la reforma al Poder Judicial y los jóvenes en las calles, la desaparición de los órganos autónomos, la creciente inseguridad, la violencia extendida por casi todo el país, la crisis forense y de desaparecidos, la violencia contra la mujer, el déficit en salud, y una relación lastimada con Estados Unidos y Canadá.

Claudia Sheinbaum asumirá la Presidencia de la República como mujer de ciencia, sin simbolismos, rompiendo el techo de cristal. Estará en el dilema de ser una estadista a partir de un pensamiento de social de izquierda moderna o, con el control del Poder Legislativo y un Poder Judicial en vilo, dar continuidad al choque, la división y la confrontación política y social para consolidar el cambio de régimen… pero ahora el Zócalo ¿de quién será?

RADAR

LUCHA EN EL SECTOR EMPRESARIAL

Fuentes del más alto novel nos comparten que hay un conflicto en ciernes en el sector empresarial del país por la disputa entre moderados y confrontacionistas para definir la relación con la Presidencia de la República y la Cuarta Transformación.

En este contexto nos hacen ver que la cuidadosa carta que hace unos días envió el CCE a las autoridades electorales que buscaba alertar y prevenir sobre sobrerrepresentación de Morena y aliados en el Congreso tiene como fondo la disputa que empujan el grupo de Juan Cortina Gallardo, Bosco de la Vega, Rolando Vega Sáenz y José Medina Mora que buscan la presidencia de ese organismo para imponer una relación de confrontación con el Ejecutivo y otro sector que considera que al país le conviene un empresariado crítico pero constructivo.

Anoche me comentaron que hay otros elementos que influyen en la postura que busca el enfrentamiento derivados de los intereses de grupos que históricamente han estado enfrentados al primer mandatario, como el que está ligado a Bosco de la Vega en una cercana relación con la sobrina del expresidente Carlos Salinas. El choque se anticipa de grandes dimensiones en el sector.

PREOCUPACIÓN DE LA ONU

Las relatorías de la ONU en materia de Privacidad y Libertad de Expresión en México hicieron públicas ayer sus preocupaciones por la iniciativa presidencial que apunta a la desaparición del INAI.

Desde esas instancias de las Naciones Unidas -nos comentan- le piden al Gobierno explicar cómo se cumplirán las obligaciones internacionales de México sobre Protección de Datos Personales y de Rendición de Cuentas tras una eventual desaparición del INAI.

Se espera desde ya una catarata de pronunciamientos de diversas instancias mundiales que están preocupadas por el afán destructivo que quiere acabar con siete organismos autónomos en nuestro país.