Voto oculto

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Las fuerzas políticas que se disputan la Presidencia de la República han activado toda la potencia de sus maquinarias y estructuras políticas a lo largo del país de cara a la jornada electoral del próximo domingo, donde además se elegirán a los nuevos integrantes del Congreso de la Unión y los ejecutivos de 9 entidades... Todo está al rojo vivo.

En el cuarto de guerra morenista —me dicen— están tan preocupados y tan irritados que han endurecido el puño en todos los espacios que tienen controlados, apostando a sus estructuras, a la movilización de 1 por 10 (un simpatizante debe invitar a 10 personas a votar por su candidata) y torpedeado la unidad priista en el bastión que más votos da al PRI: el Estado de México.

De acuerdo con los últimos números internos en ambos equipos, compartidos a este columnista, la ventaja de Sheinbaum pudiera no ser tan amplia como al principio de la contienda pero su equipo confía en que se mantenga sin cambios, incluso que se incremente a partir de la movilización del domingo para que sus simpatizantes multipliquen el voto. Pero no la tienen fácil.

En el equipo de campaña de Xóchitl Gálvez siguen remando a contracorriente. Se consideran en un escenario de entre 6 y 8 puntos debajo de Sheinbaum y apuestan a dos cosas: el voto oculto y una participación ciudadana mayor a 66% del padrón electoral (en un escenario ideal una participación de 70%), lo que equivale a que salgan a votar entre 66 y 70 millones de electores.

De acuerdo con datos del INE, en el año 2000 la participación ciudadana fue de 63.97% (con un padrón de 58.8 millones), en 2006 fueron 58.55% (con un padrón de 71.4 millones de votantes en la lista nominal); para 2012 fue de 63.01% (con 79.5 millones de electores) y en 2018 la participación fue de 63.4% (con 89.3 millones de electores).

La lógica del equipo de Gálvez va en este sentido:

Entre menor participación ciudadana, el voto duro más el voto corporativo que lograría Morena a través de bases y del trabajo que han desarrollado a lo largo de casi seis años los Servidores de la Nación sería suficiente para que Sheinbaum ganara. Pero si aumenta la votación total entonces esa fortaleza de la 4T disminuye.

En esta ecuación, me comentan integrantes del cuarto de guerra del Frente Amplio, es donde tienen posibilidad de revertir la ventaja de Sheinbaum pues al nulificar el voto comprometido a la 4T, principalmente con una mayor participación de jóvenes, clases medias, productores, micro, pequeños y medianos empresarios y quienes integran sus cadenas productivas, emprendedores y un largo etcétera, se equilibrará la balanza.

El otro ingrediente es el voto oculto que pudiera alcanzar hasta 17% del padrón electoral. Por ello la importancia de que salgan a votar más mexicanos. Según los opositores, la persona que en las encuestas no da a conocer su voto normalmente es porque no vota por el gobierno, quienes votan por el gobierno lo presumen en las encuestas.

Mientras en la 4T aceitan el andamiaje para su operación nacional del 2 de junio, en el Frente Amplio opositor dedicarán los últimos días de proselitismo a emocionar a la gente para que salga a votar. Van por ese voto oculto, por los indecisos, por anular la apatía de los jóvenes, por las mujeres.

Además del trabajo de los partidos y sus ejércitos de militantes, abogados y simpatizantes que desplegarán en todo el país, echarán mano de la sociedad civil, de redes familiares y evitarán que la zozobra o el temor impida que la gente vaya a las urnas. El voto oculto será clave para la ganadora. Pero, “en este momento todo es una nebulosa”, me dicen.

El próximo martes tendremos Presidenta electa y el país estará en paz para seguir dando Las Batallas diarias por un mejor México.

RADAR

EXPECTACIÓN

En el cierre de campaña del candidato a la alcaldía de Querétaro por Morena, PVEM y PT, Chema Tapia, se vivió un fenómeno que pocas veces se ha visto en el municipio. Tapia, quien hace unos meses era un político prácticamente desconocido para muchos queretanos, ha logrado remontar en las encuestas y colocarse como un contendiente serio frente al candidato del PAN, partido que ha dominado la política local durante décadas.

El evento de cierre de campaña, celebrado en la Unidad Deportiva del Tintero, reunió a más de 8 mil personas, una cifra sin precedentes en Querétaro. Este despliegue no solo mostró el crecimiento de su base de simpatizantes, sino también la capacidad organizativa y el apoyo que ha conseguido en un tiempo relativamente corto. La multitud, llena de energía y esperanza, coreaba su nombre y manifestaba un deseo palpable de cambio.

La remontada de Tapia ha abierto una amplia posibilidad de ganar la alcaldía, un logro que sería histórico en un municipio donde el PAN ha sido la fuerza política predominante. Su capacidad para movilizar a miles de personas y generar un movimiento de base tan robusto sugiere que el electorado podría apostar a un cambio.

MONREAL, BEJARANO Y LA PAZ

Los clanes Monreal y Bejarano fumaron la pipa de la paz en una añeja disputa política en la CDMX. Ayer, Caty Monreal, candidata de Morena a la alcaldía Cuauhtémoc –la más importante del país por ser el corazón financiero, bursátil y político del país— se reunió con Dolores Padierna –esposa de René Bajarano- en el Club de Periodistas.

Nos dicen que ambas coincidieron en trabajar por la unidad y la reconciliación en el partido por el bienestar de los habitantes de la demarcación y de toda la Ciudad de México. De acuerdo con cuadros cercanos a ambas familias esta reunión demuestra que Caty ha priorizado el diálogo y la reconstrucción y que por más que le hayan querido heredar los odios o animadversiones, ha hecho su propio camino, siempre de respeto.

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