Francisco Reséndiz

Xóchitl y Creel

LAS BATALLAS 

Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Francisco Reséndiz
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Ante la realidad de que Morena tiene la estructura, los recursos y al gobierno de su lado rumbo al 2024, los sectores más duros de Acción Nacional —sí, los que se han enfrascados en una lucha ideológica con AMLO— han decidido ser pragmáticos y defender una oportunidad, quizá la única, para arrebatarle la Presidencia de la República al régimen.

Panistas destacados consultados por este columnista me hacen ver que es tal la decisión de los militantes y simpatizantes de este partido que han pactado, a través de sus líderes nacionales, estatales y municipales, las familias fundadoras y gobernadores, evitar cualquier confrontación interna y repetir los escenarios de 2006, 2012 y 2018.

En el PAN no quieren un nuevo choque como el de Felipe Calderón con Vicente Fox y Santiago Creel en 2006, el de Josefina Vázquez Mota contra Ernesto Cordero y Santiago Creel en 2012, o el de Ricardo Anaya contra Felipe Calderón y Javier Corral en 2018; todos debilitaron al partido en cada lucha por la Presidencia.

En el panismo prevalece la decisión de dejar las posiciones controversiales para un debate posterior y evitar rupturas. Lo resumen así: “O nos unimos o nos hundimos”.

Hace unos días, las dirigencias nacional, estatales y las municipales del albiazul acordaron arropar-cuidar a Santiago Creel y Xóchitl Gálvez, dejar que corran cada uno en su carril en el proceso interno del Frente Amplio por México —que agrupa al PAN con sus adversarios históricos del PRI y del PRD— y cerrar filas para defender esa oportunidad.

Incluso, posiciones intransitables en el pasado de líderes como Ernesto Rufo, Damián Zepeda y Gustavo Madero, que rechazaban a ultranza cualquier cercanía con el PRI o Calderón y los calderonistas que embestían una y otra vez contra la dirigencia nacional del PAN, hoy son mas moderados.

En este proceso interno, tanto Xóchitl Gálvez como Santiago Creel, han agrupado apoyos internos que vale la pena esbozar.

Xóchitl cuenta con jóvenes y mujeres, y por aquello de las dudas sobre las versiones de resistencia y bloqueo contra la hidalguense por sus posiciones contrarias a la ideología del PAN —como defender el feminismo, el derecho de la mujer a decidir, el respeto a la diversidad— hoy cuadros identificados con la derecha más dura le han dado su respaldo o incluso están en su cuarto de guerra.

¿Nombres?, de acuerdo con las fuentes consultadas, están en armonía con Xóchitl liderazgos “duros” como los exgobernadores Juan Carlos Romero Hicks, Marco Antonio Adame, e Ignacio Loyola Vera, así como la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota y la senadora queretana María Marcela Torres Peimbert.

En tanto, Santiago Creel tiene de su lado a casi la totalidad de los diputados federales, la mayoría de los presidentes estatales y gran parte de la dirigencia nacional, con quienes a lo largo de más de dos décadas ha construido relaciones de respeto y amistad; a Creel le reconocen su apego a la ley y que pese a buscar en tres ocasiones la candidatura presidencial nunca ha asumido una posición rupturista.

Los gobernadores del PAN corren de manera independiente, con cercanía con ambos aspirantes. Al final cada uno tiene su propio valor y corriente dentro del partido, pero la decisión se ha tomado: no chocar porque “o nos unimos o nos hundimos”.

RADAR

Algo esta pasando en Morena rumbo al 2024 y hay que voltear a verlo. Nos comentan que este fin de semana se vieron contrastes interesantes en la lucha interna de la 4T por ser el sucesor de López Obrador y tener su candidatura a la Presidencia de la República.

Nos dicen que Adán Augusto López Hernández duplicó en asistencia a las asambleas que encabezó la ex jefa de Gobierno tanto en Tamaulipas como Veracruz… aguas con lo que se pueda venir.