Consumo de alcohol, una amenaza latente

DESDE EUROPA

Héctor Badillo
Héctor Badillo Foto: larazondemexico

La Organización Mundial de la Salud asegura que cuando se trata del consumo de alcohol no existe ningún nivel seguro que exente de riesgos y daños a quien lo consume, y documenta que en 2019 hubo 2.6 millones de muertes atribuibles al consumo de bebidas alcohólicas en todo el mundo.

A pesar del gran riesgo que implica el consumo de alcohol para la salud de las personas, las bebidas que contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica para los consumidores, se ha utilizado durante siglos en muchas culturas, por eso la aceptación en el consumo de esta sustancia tóxica que ya se demostró que es un carcinógeno probado y causante de la muerte de 2 millones de hombres y 0.6 millones de mujeres, según el último informe de la OMS sobre el consumo mundial de alcohol en 2019, presentado recientemente.

En dicho informe se dio a conocer que en Europa y África fue donde se registró el mayor número de muertes relacionadas con el consumo de alcohol por cada 100 mil habitantes. Europa y América figuran como los continentes donde más se consume alcohol.

De manera preocupante, la OMS asegura que la ingesta de alcohol afecta “de manera desproporcionada” a la gente joven, de entre 20 a 39 años de edad, ya que es este grupo de consumidores el que concentró el mayor porcentaje de muertes a causa del consumo de alcohol en 2019.

Está científicamente comprobado que la ingesta de alcohol es una de las causas de más de 200 enfermedades como padecimientos hepáticos, afecciones cardiacas y distintos tipos de cáncer, sumando trastornos mentales tras el consumo continuado de esta sustancia tóxica para el cuerpo.

Fue ante este panorama que los Estados miembro de la Organización Mundial de la Salud aprobaron el Plan de Acción Mundial sobre el Alcohol 2022-2030, que tiene como objetivo reducir el consumo de alcohol mediante estrategias probadas a nivel nacional, regional e incluso a nivel mundial.

Sin embargo, a pesar de las evidencias que demuestran el riesgo para la salud en el consumo de esta sustancia psicoactiva, son pocos los países que aplican nuevas normativas para evitar el consumo nocivo del alcohol, como el aumento de impuestos a los productos con etanol.

En España se quiere implementar una nueva ley para la reducción del consumo de alcohol, enfocada en la población menor de edad, que entre otras propuestas incluye la prohibición de publicidad de bebidas alcohólicas a menos de 200 metros de escuelas o espacios destinados a menores y a reducir los lugares donde se puedan comprar bebidas embriagantes.

Ante este panorama, valdría la pena repensar la relación cultural y social que tiene el consumo del alcohol en la actualidad, viendo que países como México y España, donde se consumen grandes cantidades de alcohol, intentan modificar las reglas en pro de la salud de sus habitantes y, a pesar de las pérdidas económicas que esto generaría, adoptan medidas de protección para la población.

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David E. León Romero