La masacre terrorista en la capital de Rusia, donde murieron unas 140 personas, está a punto de desatar un conflicto internacional tras las acusaciones del Kremlin a los supuestos ejecutores de la matanza presuntamente enviados desde Ucrania.
Veinticuatro horas después del atentado terrorista perpetrado por el Estado Islámico (ISIS) en la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, el Gobierno ruso respondió con el envío de drones y bombardeos a Ucrania porque asegura que el país de Europa oriental participó en el atentado terrorista del pasado viernes en la capital.
Las autoridades rusas arrestaron a varios implicados en el tiroteo que afirmaron estaban huyendo hacia territorio ucraniano, algo que el Gobierno de Volodimir Zelenski niega totalmente.
Ucrania ha rechazado implicación alguna en este atentado terrorista; sin embargo, desde el Kremlin denuncian la participación del país europeo en la masacre contra ciudadanos rusos y amenazan con un castigo contundente a quienes resulten implicados en este terrible atentado.
Ante este panorama, líderes de la Unión Europea han pedido a sus ciudadanos que se preparen para lo que empiezan a considerar será una guerra entre Occidente y Rusia.
No cabe duda que lo sucedido en territorio ruso puede ser el inicio de una guerra mundial que a todos preocupa y que no puede haber vencedores y si muchas víctimas.
