La Organización Mundial de la Salud informó que ya son 12 los países en el mundo que confirman casos de contagio de una enfermedad endémica de África: la viruela de mono. Hasta ahora, España es el país con más pacientes infectados con este virus.
Información del departamento de sanidad confirma que existen al menos 30 casos de viruela símica en España. La mayor parte se ha presentado en Madrid, la capital del país ibérico. Afortunadamente, todos los pacientes contagiados se recuperan positivamente en sus hogares, pero los especialistas no dudan que aumenten los contagios con el pasar de los días y por la próxima llegada del verano.
En Europa son 10 los países que junto a España han detectado positivos de viruela entre su población. España, Portugal y Reino Unido ocupan los tres primeros lugares de contagios. Desde Alemania se confirma que éste es el brote de viruela del mono más extenso en Europa.
La transmisión de esta enfermedad se genera por el contacto cercano con una persona infectada a través de las gotículas respiratorias infectadas y secreciones de las lesiones cutáneas. Los síntomas que se presentan tras el contagio son fiebre, dolores musculares, cansancio, dolor de cabeza y espalda, lesiones en la piel y ganglios linfáticos inflamados.
En América, Canadá y Estados Unidos ya registraron casos de esta enfermedad que se creía estaba erradicada. Canadá es el país del continente con más casos confirmados. Hasta hoy, México se mantiene con cero positivos, según información de la Secretaría de Salud.
Aunque los fantasmas de la pandemia de Covid-19 rondan este nuevo brote de viruela que pone en alerta a los sistemas sanitarios de todo el mundo, expertos descartan, hasta el momento, que esta enfermedad se pueda convertir en una pandemia si se logran aislar correctamente los casos y se toma en cuenta los avances médicos de este momento que permiten controlar la enfermedad con medicamentos y vacunas actuales.
El olvido de países pobres como las naciones de África, en donde desde 1970 se presentan casos de viruela del mono, es un ejemplo de desigualdad que repercute en todo el mundo al mantenerse una enfermedad que podría haber sido controlada fácilmente con medicamentos y vacunas, que otros países sí tienen disponibles. Pero no se hacen visibles estas enfermedades hasta que ponen en riesgo a los continentes ricos. La suma de esfuerzos en todo el mundo debe ser prioritaria para resguardar la salud en general de todas las naciones.
