Gracias a la plataforma Covax, programa mundial liderado por la Organización Mundial de la Salud para asegurar el abasto de vacunas en los países más pobres, México espera recibir más de 51 millones de dosis.
Después de un lapso de tres semanas, México reanuda hoy la campaña nacional de vacunación contra el Covid-19 y aunque el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador informa que ya se tienen los contratos firmados para asegurar el abasto de vacunas en nuestro país, la producción y distribución a nivel mundial es un problema que podría afectar la continuidad del programa de inmunización en México.
Este mes nuestro país debería recibir entre 1.6 y 2.7 millones de vacunas provenientes de la plataforma Covax de la OMS, según informó el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez. Y esto ha sido una buena noticia; aunque México fue uno de los primeros países en comenzar su plan de vacunación entre el personal médico, el avance del programa nacional se ha retrasado por las demoras de Pfizer y BioNTech, principalmente.
Irónicamente, la entrega de vacunas en todo el mundo ha registrado retrasos por abastecer los compromisos adquiridos con el plan Covax. En esta iniciativa internacional liderada por la OMS, la Unión Europea es uno de los principales impulsores de esta alianza internacional con una inversión inicial de 830 millones de euros para repartir 1,300 millones de vacunas a 92 naciones de recursos limitados.
Y aunque en papel es una iniciativa que busca paridad en la repartición de vacunas, la realidad es que los países ricos tendrán un acceso más rápido y asegurado a las dosis, mientras que las naciones pobres lucharán por acceder a las vacunas necesarias para inmunizar a sus poblaciones.
Según expertos, aunque el plan Covax logre distribuir todas las vacunas prometidas en los países más necesitados, la cuota que determinó la OMS para detener la pandemia de Covid-19, que requiere una inmunización de al menos 70% de la población, no será posible, lo que confirma que todavía falta un largo camino por recorrer y muchas muertes por contar.