Florence Cassez, el caso que enemistó a México y Francia

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Un nuevo documental de Netflix sobre el caso de dos presuntos secuestradores, uno mexicano, Israel Vallarta, y una francesa, Florence Cassez, dibuja la impunidad y falta de justicia con la que se resolvían los crímenes en México en los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Fue a finales del 2005, en la administración foxista, cuando la televisión transmitió en vivo la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez por parte de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), liderada por el corrupto policía Genaro García Luna, actualmente preso y sujeto a proceso penal en Estados Unidos bajo acusaciones de blanqueo de capitales y vínculos con bandas mexicanas del narcotráfico. La población vio en las pantallas de televisión la supuesta liberación de tres personas secuestradas, una menor de edad, y la detención de una pareja a la que acusaron de ser integrantes de una peligrosa banda de secuestradores denominada Los Zodiacos. Tiempo después se descubrió que todo había sido un montaje preparado por García Luna en complicidad con directivos y conductores de empresas televisivas.

Desde la puesta en escena que se transmitió a nivel nacional se da cuenta de una serie de irregularidades que puso en duda, una vez más, la impartición de justicia en el país y cuyo caso enemistó al gobierno mexicano de Felipe Calderón con el gobierno francés de Nicolas Sarkozy. El expresidente mexicano culpó a Sarkozy de hacer de este caso un golpe político para ganar las elecciones, mientras que el expresidente francés culpó a Calderón de ser cómplice de un aparato corrupto que inventó una historia para detener a su connacional Florence Cassez.

El documental televisivo pinta una teoría de venganza por un pleito de negocios en contra del hermano de Florence Cassez y su cuñado Israel Vallarta, quien mantuvo una relación sentimental con la francesa hasta el día de su detención en el rancho Las Chinitas, en San Miguel Topilejo. Toda la fabricación televisiva había sido planeada con un propósito más profundo, utilizar esta historia para mejorar la imagen del corrupto policía García Luna y la AFI, cuerpo policial que ya se mostraba en otros casos como una agencia abusiva que torturaba a detenidos y pisoteaba los derechos humanos fabricando culpables.

Detrás de esta historia que le dio la vuelta al mundo y enemistó a Francia y México hasta el punto de cancelar un evento cultural entre los dos países, hay dos personajes muy importantes, los presos Genaro García Luna y su segundo en la estructura policial, Luis Cárdenas Palomino.

García Luna está recluido en una cárcel de Estados Unidos acusado de narcotráfico y Cárdenas Palomino fue detenido por tortura en el caso de Vallarta y Cassez; dos mandos policiacos durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando se inició una “guerra” simulada contra grupos del crimen organizado mientras se protegía al Cártel de Sinaloa, grupo delincuencial con quien García Luna tenía supuestos vínculos a cambio de cuantiosos sobornos.

Lo más lamentable de este caso, que terminó con la liberación de Cassez después de 7 años de encarcelamiento, es que las víctimas de los secuestros que azotaron al país en ese momento quedaron con un decepcionante sentimiento ante la falta de justicia para sus familiares y el castigo a los criminales detrás de estos crímenes.

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