Hay una realidad que aún no logra despertar la sensación de emergencia que debería generar en la sociedad y en las políticas públicas, el cambio climático. Es urgente empezar a ser conscientes del daño que hacemos al planeta y las señales de advertencia que nos está transmitiendo la Tierra. Un país en Europa ha empezado a enfrentar esa problemática y podría convertirse en el primero en retirar del mercado los vehículos de gasolina, más pronto de lo planeado.
De acuerdo con un reporte generado por la Asociación Automotriz de Noruega, la venta de carros de combustión interna mantiene una tendencia a la baja tan positiva que se estima que para abril de 2022 se vendería el último vehículo de estas características, una promesa que se estimaba alcanzar no antes del 2025.
Con esta tendencia a la baja en la venta de vehículos de combustión, Noruega se convertiría en el primer país del mundo que lograría terminar con la venta de vehículos que usan gasolina o diésel. Lo importante en esta información es revisar cómo el país escandinavo logró mantener esta tendencia a la baja y qué medidas se tomaron para que los conductores cambiaran las máquinas de gasolina por coches eléctricos.
Veinte años atrás, el gobierno noruego implementó medidas que ayudaron a que los automovilistas decidieran comprar un vehículo eléctrico antes que un coche de combustión. Los eléctricos en Noruega no pagan IVA, a diferencia de los modelos de combustión que pagan 25 por ciento de IVA. Además, los modelos eléctricos tampoco pagan impuesto de circulación ni aranceles de importación. Aunado a estas reducciones en la compra de automotores, los coches eléctricos tienen una reducción mínima del 50 por ciento en el pago de estacionamientos y peajes en todo el país, que puede ser mayor dependiendo de la localidad donde se circule.
Esta iniciativa tiene como finalidad convertir al país europeo en una nación libre de emisiones para el año 2050. Se estima que la reducción total en la venta de vehículos que usan gasolinas ayudará a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en 55 por ciento para el año 2030.
Noruega y otros países de la Unión Europea como Países Bajos han recorrido un largo camino para intentar llegar a las cero emisiones de gases contaminantes. Un camino que rompe paradigmas, pero que si hay voluntad política, económica y social puede alcanzarse en pro de un futuro más sustentable y amable con el planeta. En México, debemos pensar en eso y el gobierno debe promover medidas drásticas para contaminar menos.