El contagio acelerado de Ómicron, la nueva variante del coronavirus, trae consigo nuevas medidas restrictivas en Europa ante una quinta oleada de casos que pone en riesgo las fiestas decembrinas ante la necesidad de aislamiento, un golpe duro para las reuniones familiares y entre amigos.
Conforme avanza el contagio de la nueva variante Ómicron en Europa, las puertas se cierran a sólo días de una de las festividades más esperadas por familias enteras. Las reuniones de Navidad y Año Nuevo están en riesgo en países como Alemania, Países Bajos y Gran Bretaña, que han visto un aumento desmedido de contagios. La nueva variante del coronavirus puede que no sea más mortal, pero sí es más contagiosa.
Los europeos aún no salían de la transmisión del virus Delta cuando apareció esta nueva mutación que ha puesto en cuarentena al mundo entero. Aunque hemos escuchado que Ómicron no es una variante más peligrosa para el ser humano, aún no se sabe, con certeza, si las vacunas actuales ayudan a contener el virus, lo que sí parece un hecho es que esta mutación resulta más contagiosa.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) confirmó que la transmisión comunitaria en el viejo continente ya es un hecho, lo que propicia el contagio masivo de Ómicron. Ante esta situación, el ECDC alienta a los gobiernos del continente a que tomen medidas urgentes como el trabajo a distancia, la restricción de movimientos y el uso de cubrebocas.
La preocupación en Alemania es latente a raíz de que el ministro de salud, Karl Lauterbach, declaró que Ómicron sería la causante de una quinta ola nunca antes vista y pondría en jaque a los sistemas de Salud por lo que hay que continuar con la aplicación de las dosis de refuerzo de las vacunas.
En Países Bajos comenzó el confinamiento estricto ante la variante Ómicron con el cierre de actividades no esenciales hasta el próximo 14 de enero y, mientras tanto, en otros países como en Francia, crece la presión hacia las personas no vacunadas, quienes no pueden realizar ninguna actividad fuera de sus hogares.
Por su parte, Italia, Portugal, Irlanda y Grecia mantienen vigilantes de la llegada del turismo y piden prueba negativa de Covid-19 a todos los viajeros que arriban a su territorio, aunque cuenten con el esquema de vacunación completo, como sucede en Estados Unidos, en donde piden una prueba con 24 horas de antelación al viaje que se quiere realizar.
Hasta el momento, Gran Bretaña es uno de los países de Europa más afectados por el creciente contagio de la nueva cepa del coronavirus. Ante esta situación, el gobierno inglés decretó Estado de emergencia y el Parlamento aprobó la ampliación de las restricciones sanitarias que intentan frenar el contagio desmedido.
Las reuniones familiares suelen ser un foco de infección, ya que se baja la guardia y se omiten medidas sanitarias importantes al estar en un lugar que se percibe “seguro”. La realidad es que esta nueva variante del virus pone en riesgo la celebración de las fiestas decembrinas en Europa y seguramente pasará en otras partes del mundo, y pareciera que aún estamos lejos de la vuelta a la normalidad.