Tras el paso de la pandemia por el coronavirus causante de Covid-19, países como España registran un aumento notable en el número de extranjeros que regresan a territorio europeo.
La pandemia no ha terminado oficialmente, pero el avance de la vacunación masiva y la adaptación al virus han hecho que muchos extranjeros, algunos que abandonaron el viejo continente y otros nuevos visitantes provenientes de otros países, hayan regresado a territorio europeo.
En España, por ejemplo, fue inevitable la salida de al menos 65 mil personas en 2020 a causa de la pandemia de SARS-CoV-2.
El número de empadronados —personas registradas que viven en comunidades de España— disminuyó en 2020 como consecuencia de los estragos de la pandemia, pero según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística ya se han recuperado poco de más de 50 mil personas registradas en todo el territorio.
Curiosamente las estadísticas de ese instituto muestran que desde 2021 se ha registrado un aumento en la llegada de extranjeros a España. El 11.6 por ciento de habitantes en el país ibérico es de nacionalidad extranjera, una de las cifras más altas registradas desde 2013. Por otra parte, el número de habitantes españoles se ha reducido 0.1 por ciento ante el paso de la pandemia de Covid-19. Datos dados a conocer en el medio público español Radiotelevisión Española indican que el número de españoles residentes fuera de España aumentó 3.3 por ciento.
Ésta es una constante en donde se muestra que estudiantes, personas en busca de empleo y otras que migran por mejores condiciones de vida se deciden por España como uno de los países europeos más solicitados. Los ciudadanos que más buscan una oportunidad en el país ibérico son rumanos, italianos, alemanes, colombianos y británicos. Las comunidades españolas que registran el mayor número de residentes extranjeros son Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Vivir en otro país no es fácil, pero sin duda es una experiencia inigualable y muy valiosa cuando se hace por decisión propia, a diferencia de las personas que abandonan su país de origen orillados por conflictos bélicos, cuestiones políticas, por trabajo, la violencia y la pobreza o los desastres naturales.
Aunque tristemente los prejuicios y el racismo pueden aparecer en contra de los extranjeros, sobre todo de personas con ideologías extremistas de ultraderecha; la fuerza laboral extranjera es muy importante en regiones como Europa, en donde la falta de nacimientos pone en riesgo la demografía del continente.