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La generación de valor en un mundo competido e incierto

NUEVOS HORIZONTES

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Cuando fundamos una empresa o nos lanzamos a la aventura de un nuevo proyecto, lo hacemos con la idea de ser exitosos y obtener un beneficio. Sin embargo, esta pasión no será suficiente para mantenernos en el mercado.

Para que una empresa pueda perdurar a través del tiempo es indispensable que genere utilidades y esto se logra creando valor agregado de manera constante, por medio de la actividad que has elegido realizar. El mercado es sumamente dinámico, los consumidores irán cambiando sus preferencias, incluso en bienes básicos, y a medida que se sientan satisfechos con tu producto o servicio y te vayas posicionando en el mercado, más competidores te voltearán a ver y buscarán replicar tu modelo de negocio. Lo anterior hace indispensable que tú también te adaptes continuamente para mantener tu posición y seguir generando valor. El ambiente de negocios es cada día más dinámico, incierto e impredecible.

¿Por qué comprarte a ti y no a la competencia? En este contexto, el primer paso hacia un negocio exitoso es la diferenciación; es decir, ofrecer algo distinto a lo que ya hay, un extra que sea atractivo para los consumidores; implica poner en marcha tu creatividad en la búsqueda de la creación de valor. Uno de los peores escenarios en los que puede encontrarse tu negocio es pasar desapercibido y ser del montón. Éste es el camino más seguro al fracaso.

Para determinar el factor que te hará resaltar y diferenciarte del resto de los participantes, es fundamental el conocimiento del mercado; enfocarte en tus clientes y sus necesidades. Sólo así podrás ofrecer el factor específico que el resto de los vendedores no les está dando.

La diferenciación la puedes ofrecer a través de distintos elementos, desde funcionalidades, hasta servicios específicos, diseño, atributos técnicos, desempeño, atención al cliente, rapidez de entrega, canal de venta, imagen o servicios complementarios, entre muchas otras alternativas. La clave está en ofrecer ese extra que no hay en el mercado.

Gráfico
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Una estrategia flexible de diferenciación se verá reflejada en una mayor probabilidad de permanencia como resultado de una mayor rentabilidad. Es bien sabido que las personas no adquieren bienes o servicios per se, por lo que están dispuestos a pagar por la experiencia de un beneficio adicional.

Empieza a posicionarte. Si conoces el mercado en que te mueves, ya tienes los elementos que te darán la pauta para ofrecer algo diferente. Esto es desde la posición que ocupas, no se trata de inventar el hilo negro sino de convertir lo ordinario en extraordinario.

Comienza por identificar qué es lo que te distingue, ya sea como empresa o como colaborador. No te conformes con querer vender un bien o un servicio más, enfócate en potencializar el valor agregado que otorgas a tu cliente.

Desde tu posición de colaborador, también puedes identificar el valor que otorgas en la prestación de tus servicios. ¿Cuáles son tus conocimientos y habilidades que te hacen diferente del resto de los colaboradores? ¿Cómo puedes generar más valor para la empresa desde tu posición? Apalancándote en tus fortalezas, podrás posicionarte mejor dentro de la empresa.