Todas las actividades que se llevan a cabo en un país deben estar apegadas a un marco jurídico que garantice el buen funcionamiento de la economía y la sociedad al proteger los derechos y la seguridad de los ciudadanos, promover la eficacia del mercado y garantizar la prestación de bienes y servicios públicos.
La regulación gubernamental puede ser:
1. Económica, al fijar precios o cantidades de producción, establecer especificaciones técnicas o imponer restricciones para la participación en el mercado, por ejemplo, La Ley Federal de Competencia Económica, La Ley Aduanera, o la Ley de Hidrocarburos.
2. Social: a partir de disposiciones que buscan proteger el medio ambiente y la salud humana, animal y vegetal, al establecer condiciones para el ejercicio de profesiones y para las relaciones laborales, un ejemplo es La Ley General de Desarrollo Social.
3. Administrativa: organiza el funcionamiento de la administración pública para proveer servicios y bienes públicos, por ejemplo, la Ley Orgánica de la Administración Pública o las Leyes Orgánicas de los Estados.
La regulación facilita y permite el cumplimiento a la ley, su desconocimiento o malinterpretación no nos exime de su cumplimiento. Por lo que, toda empresa o negocio debe determinar con certeza cuáles son las actividades que puede o no llevar a cabo, así como la manera en que debe desempeñarlas.
A través del cumplimiento regulatorio minimizamos el riesgo de incurrir en sanciones, multas, revocación de permisos o litigios que pueden representar pérdidas económicas, insostenibilidad o la imposibilidad de participar en cierto mercado. Un entendimiento exitoso de la regulación aplicable permite no sólo el buen funcionamiento de la empresa y negocio, sino también posibilidad de capturar oportunidades que maximicen su valor.
Para promover el crecimiento económico del país, se necesitan empresas con potencial de crecimiento, condiciones regulatorias que den certidumbre y estabilidad a la inversión privada nacional y extranjera y el compromiso por parte de todos los actores involucrados para realizar sus actividades respetando la ley y las regulaciones aplicables.
Sin embargo, el dinamismo, la falta de claridad y el desconocimiento de la regulación pueden generar incertidumbre para la inversión, múltiples riesgos para las empresas y la falta de detección y desarrollo de buenas oportunidades de negocio.
Para participar de manera exitosa en el mercado, recomendamos establecer un área especializada en el cumplimiento regulatorio y asesorarte con especialistas que puedan dar certeza jurídica al cumplimiento de todas tus obligaciones. Esto le dará seguridad a tus operaciones y te permitirá identificar y generar nuevas oportunidades de negocio alineadas a la Ley y a la Regulación vigente, evitando la corrupción, y contribuyendo a un mejor México.