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La necesidad de renovación en las empresas

NUEVOS HORIZONTES

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La evolución de la tecnología, las variaciones en las condiciones del mercado, las crisis económicas y los cambios generacionales, entre muchos otros factores, exigen una renovación constante de las empresas y de las personas.

Para que la renovación sea positiva y trascienda a través del tiempo, se requiere de una gestión integral del cambio que abarque los cuatro pilares fundamentales de todo negocio: estrategia, operación, organización y cultura. La alineación de los pilares se apuntala en el desarrollo de líderes y colaboradores.

La renovación puede implementarse en todo tipo de negocios, en cualquier sector, en empresas grandes y medianas, aun cuando los retos sean muchos y las formas de trabajo muy arraigadas. El impacto de la renovación debe reflejarse en la generación de valor económico para la empresa.

¿Cómo logramos generar un impacto de 120 mil millones de pesos?

En 2016 se asumió el reto, habría que mejorar la situación financiera en una de las empresas más emblemáticas de nuestro país. Con el mandato de revertir las pérdidas que en ese momento superaban los 100 mil millones de pesos, la primera tarea consistió en definir un plan de acción inicial, enfocado en cinco puntos esenciales: armar equipo, asegurar la continuidad en temas críticos, mantener la operación, atender temas urgentes y comunicar un mensaje positivo que impactara en el ánimo de los colaboradores, éste último se apuntaló en los logros ya alcanzados en materia de seguridad.

Se convocó al equipo directivo a participar en un taller para fijar una aspiración común a la que se orientarían todos los esfuerzos; se estableció el planteamiento estratégico y las reglas básicas de comportamiento, y con el consenso del grupo, se consiguió el compromiso de los líderes con la renovación.

Después de eso, se trabajó en la implementación de un plan en el que se comunicó la aspiración, la estrategia y el decálogo de comportamientos al resto de la organización, lo que permitió que todos los colaboradores tuvieran claro hacia dónde se iría y cómo se lograría.

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El principio central partió de la consideración de que las personas son el motor de los resultados y que sólo teniendo a las mejores personas se pueden alcanzar los objetivos más ambiciosos, por lo que se estableció un plan de desarrollo de talento. También se trabajó en potencializar el liderazgo y en fortalecer el sentido de pertenencia.

En muy poco tiempo, se revirtieron las pérdidas y se logró la viabilidad operativa y financiera de la empresa (conoce más en www.iraltus.com/uncasodeexito).

A partir de la renovación se obtuvieron ganancias superiores a los 120 mil millones de pesos en el balance financiero, se transitó de un grupo directivo a un equipo de liderazgo consolidado, lo que facilitó un trabajo integral; a la par, la visión operativa volumétrica que prevalecía entre la gran mayoría de los colaboradores, fue sustituida por una visión orientada a la creación de valor.

No hay barreras que frenen el cambio cuando se tiene claro a dónde se quiere llegar, se instrumenta un plan de acción que involucra a todas las áreas de la empresa y se implementa una gestión del cambio que suma a los colaboradores a la consecución del éxito.