La guerra eterna de la humanidad ha sido casi siempre por las creencias religiosas, mi Dios contra tu dios, o mis dioses contra tus dioses o diosas; guerras que distan mucho de los mensajes de amor que se profesan en las religiones y que dejan en su camino a cientos de miles de víctimas.
Este pasado 22 de agosto se conmemoró por segunda vez el Día Internacional de las Víctimas de la persecución religiosa, establecido por la ONU. Esta propuesta de Polonia recibió el apoyo de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Egipto, Irak, Jordania, Nigeria y Pakistán, siendo una de sus principales propulsoras Ewelina Ochab, abogada y escritora, especialista en la situación de las minorías religiosas en Oriente Medio.
El 67% de población mundial vive en lugares donde no se respeta la libertad religiosa, así lo revela el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada (RFR, por sus siglas en inglés) titulado “Libertad religiosa”. En este informe destaca que en 62 países se viola la libertad religiosa. Es decir, que en 1 de cada 3 países se viola gravemente la libertad religiosa, en 32 se discrimina a las minorías religiosas y en 26 países se desarrolla una persecución manifiesta. Estamos hablando de que actualmente 5,200 millones de personas viven en países donde se producen graves violaciones de la libertad religiosa. Por último, el informe señala que los agentes de estas violaciones de derechos son, por un lado, los gobiernos autoritarios presentes en 43 países, que afectan a 2,932 millones de personas; el extremismo islamista que hay en 26 países y repercute en 1,252 millones de personas y, por otro, los nacionalismos étnicos religiosos, que se encuentran en 4 países y que afectan a 1,642 millones de personas.
La libertad de credo está consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al decir que “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”. En la actualidad, se estima que hay alrededor de 4,200 religiones en el mundo y una encuesta mundial del año 2020 reportó que el 15.6% de las personas se califica como “no religioso”, mientras que el 84.4% de la población mundial se considera a sí mismo como “religioso”. Aunque hay varias expresiones religiosas, podemos decir que actualmente en el mundo el 71.4% de la población mundial, es decir, 5,466 millones de personas, está representada en cuatro grandes grupos religiosos, que agrupan el mayor número de fieles: el cristianismo, el islam, el budismo, y el hinduismo, además claro, del judaísmo.
Sabrá Dios, Alá, Yahveh, Jehová, Brahma, Huitzilopochtli, Kukulkán, Zeus, Hera, Coatlicue y tantos y tantas más, qué pasara y, vaya que dirían hombres y mujeres, como Jesús, Muhammad, Buda, Abraham, Nao Deguchi, Guru Nanak, de ver cómo la humanidad se pelea por ver quién posee la verdadera fe. Por lo pronto, ejerzamos nuestro derecho a creer o no creer y permitamos que el resto hago lo mismo.