No se ve por ahora que la oposición pueda presentar un frente cohesionado, amplio y, sobre todo, fuerte para el 2024.
No se trata sólo de la Presidencia, se trata también del Congreso, el cual se renovará en su totalidad, y las muchas gubernaturas, Congresos locales y municipios que estarán en juego, incluyendo la capital.
No se alcanza a apreciar, porque si nos atenemos a los últimos procesos electorales, únicamente el PAN y MC se ven con posibilidades de crecimiento, pocas pero han ido levantando.
Las elecciones en la Ciudad de México le sirvieron al PAN para mostrar músculo. Se convirtió, más allá de las alianzas, en la oposición real de Morena. El control que había tenido la “izquierda” en sus versiones PRD y Morena desde 1997 sufrió un revés parcial y colocó un nuevo mapa para la capital.
Los principales bastiones de la izquierda fueron derrotados de manera contundente. Parecía inimaginable que una alcaldía como Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Coyoacán pudieran quedar en manos del PAN.
La cuestión está en que el partido blanquiazul tiene una presencia muy claramente establecida en algunas zonas, pero va quedando claro que Morena va controlando poco a poco al menos el sur del país. No se ve cómo Acción Nacional puede hacerse fuerte en esta zona del país con excepción de Yucatán. El gobernador de este estado tiene los niveles más altos de popularidad a nivel nacional, a lo que se suma que la mayoría del estado es panista.
El problema de la oposición en lo general no está solamente en el hecho de que siga en algo así como un marasmo, sino que no termina por tener una identidad. No queda claro con Va por México de qué se trata la alianza, de no ser su pretensión de quitar a Morena, lo peor que le anda pasando a este proyecto es que pareciera que al final de lo que se trata es de una suerte de “quítate tú para ponerme yo”.
No puede verse bajo el sentido de las cuentas alegres la elección del domingo. La oposición perdió, si bien conservó dos gubernaturas, perdió cuatro de manera contundente. Se tiene que asumir que no hubo un avance como en algún sentido se dio en las elecciones de 2021.
El sur ya es de Morena y no perdamos de vista que el norte va para allá. El Pacífico es casi en su totalidad del partido del Presidente, a lo que hay que sumar Sonora. Hay evidencias de la reticencia que hay al Presidente en el norte del país, pero los resultados de las elecciones han venido por demostrar otra cosa.
El Presidente y su partido están avanzando de manera paulatina ante una oposición que se ha venido a convertir en un proyecto de enorme fuerza mediática, pero muy alejado de los ciudadanos.
No vemos de dónde pudo salir la expresión de “hay tiro”, siendo que dos partidos de la alianza están a punto de perder su registro en Quintana Roo.
Por más que muchos priistas se anden mimetizando con Morena esto no significa otra cosa que ir dejando al partido solo y sin capacidad de respuesta. Lo sucedido en Hidalgo y Oaxaca, a lo que hay que sumar Sonora y Culiacán, muestra que a los priistas, ahora embajadores, cónsules y potencialmente integrantes del gabinete, poco o nada les importa su partido o más bien su expartido.
Estas variables van sumando los escenarios rumbo al 2024. Mientras sigan esperando los errores y horrores del Presidente como un factor para avanzar el futuro los alcanzará con las manos en la puerta. Actuar esperando el tropiezo sin construir una alianza amplia desde lo político-ideológico pasando por un proyecto-país, las posibilidades serán nulas; una buena lectura del domingo debería dejarles en claro todo esto.
RESQUICIOS
Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, fue sentenciado a 16 años y ocho meses de prisión por haber abusado sexualmente de 3 menores en EU. El personaje es el mismo al que le prestaron Bellas Artes para una fiesta personal, acto en el que estuvieron presentes políticos de la 4T que hasta esmoquin se pusieron.