No vemos cómo pueda fructificar la demanda contra 223 diputados de la oposición acusados de “traición a la patria”, aunque se sabe que esto no se acaba hasta que se acaba.
Vamos hacia un lío largo y quizá interminable para entrar en procesos de distracción que no van a servir de nada.
Da la impresión de que el Presidente, y por ende Morena, están muy molestos por los resultados de la consulta sobre revocación de mandato y por la no aprobación de la Reforma Eléctrica. Se quiere cobrar lo más caro posible la negativa de la oposición y por ello traen bajo el brazo las demandas por “traición a la patria”.
Falta la autocrítica para explicarse el porqué se llegó al punto en que la oposición logró posicionarse y sumar los votos suficientes para de manera clara dar marcha atrás a la Reforma Eléctrica. La demanda contra los legisladores de oposición difícilmente trascenderá y Morena tendrá que hacerse a un lado tarde que temprano por los muchos asuntos que debe atender en el país que son de primera importancia.
Muchos problemas se han venido agudizando. En un momento como el que estamos viviendo con los feminicidios, entre otros, resultaría de mayor importancia crear un frente en el gobierno y el partido para enfrentar una problemática que cada vez es más grave, al tiempo que está llevando a la indignación y la protesta en todo el país.
El domingo se presentaron protestas en muchas ciudades por el caso de Debanhi. Era un buen momento para que en lugar de andar vociferando en contra de los “traidores a la patria” se hubiera manifestado la solidaridad y también se hubieran dado tiempo para reflexionar sobre los homicidios y la situación en general por la que vienen pasando las mujeres en el país.
Para fundamentar las demandas, Morena quiere convocar a una consulta, la cual de antemano podemos adelantar que será favorable a que se presenten las demandas. El problema que se va a enfrentar es que las consultas que se han hecho desde el gobierno y del partido en el gobierno han padecido de una acuosidad metodológica y de niveles bajos de participación.
Una consulta como de la que se está hablando puede acabar siendo un ejercicio a modo y a imagen y semejanza de lo que quiere y espera el Presidente. Los antecedentes llevan a pronosticar que las cosas no van a ser muy diferentes a como quieren que sean y para ello van a acomodar las fichas del ejercicio.
La estrategia no pareciera que termine por dar resultado. Lo que sí va a provocar va a ser una mayor confrontación la que todo indica puede formar parte de la estrategia, ha sido una constante a lo largo de esta administración.
El siguiente asunto que va a ser motivo de otra confrontación es la Reforma Electoral. El Presidente y Morena ya se dieron cuenta que como están las cosas difícilmente van a alcanzar la mayoría para la aprobación del proyecto que ha anunciado el tabasqueño.
Algo que puede estar detrás de las demandas podrían ser intentos de presión e intimidación en función de varios temas de importancia para el Presidente que van a pasar por el Congreso. A la oposición se le va a acusar de lo mismo de lo que hoy se le señala por su negativa a la Reforma Eléctrica.
La Reforma Electoral va a agudizar el estado de las cosas. Las acusaciones no van a parar, las vamos a ver en los tribunales, en las calles, en los medios y las redes, sin pasar por alto el gran instrumento de gobernabilidad llamado mañanera.
Lo que habrá que ver en medio de todos estos lances es qué tanto ha aprendido la oposición. La paradoja de lo que vivimos es que, como hemos venido insistiendo, el gobierno voluntaria o involuntariamente está uniendo a la oposición.
RESQUICIOS
Que se sepa solamente uno de los convocados al diálogo con el Presidente sobre el Tren Maya reportó que le era imposible asistir a la reunión. Parece que esta ausencia justificada fue suficiente para que de manera inopinada el Presidente cancelara el necesario encuentro.