La oposición no está ni para hacer cuentas alegres ni para hacerse ilusiones con lo que hoy es y tiene.
Mientras no resuelva sus problemas internos todo lo que pretenda hacer o haga será cuestionado e impedirá una acción coordinada y le pesará cada vez más en la visión y ánimo del electorado; su capacidad de movilización es por ahora precaria comparativamente y menor que la de Morena.
El PRD a menudo parece más un partido simbólico que una organización con un peso real que pudiera ser determinante en un proceso electoral. La sangría que ha vivido estos años con destino a Morena, marcada en algunos casos por la convicción y en muchos otros por el oportunismo, lo ha dejado a la intemperie. No se ha podido reinventar y en más de un estado del país ha perdido elecciones que lo han llevado a perder también su registro.
El PRD está en un proceso de alto riesgo, porque puede llegar a perder su registro a nivel federal. La alianza Va por México lo ha sacado en algún sentido del apuro, pero solo no puede enfrentar un proceso electoral a nivel estatal. El sol azteca sobrevive por la alianza que tiene con el PAN y el PRI.
En el tricolor es en donde está el problema mayor. El ruido que han provocado los audios difundidos por la estridente gobernadora de Campeche sobre su presidente ha colocado al partido en una disyuntiva interna en donde pareciera que ya no hay otro camino que no sea el que Alito deje la dirigencia del partido.
La presencia de Alejandro Moreno se ha convertido en un problema que alcanza a sus propios correligionarios, dentro del PRI hay militantes que lo quieren ver fuera de la dirección del tricolor sin que se tenga que esperar al 2023.
Presumimos que también debe resultar preocupante para los priistas el hecho de que no se han presentado argumentos que desmientan lo que todo indica son dichos del presidente del PRI.
Lo que es importante no pasar por alto, a pesar de todo esto, es que pareciera que se ha perdido de vista la ilegalidad de la difusión de los audios. Independientemente del contenido y todo lo que se pueda decir y especular sobre ello, se está violando la privacidad y los derechos del dirigente priista.
El lío del PRI ya está afectando a la alianza. No hay manera de colocar al presidente del partido como una víctima, sin soslayar que muy probablemente le aventaron la maquinaria por votar en contra de la Reforma Eléctrica, como hemos insistido no hay manera de siquiera imaginar que el Presidente no estuviera al tanto de los audios.
Alito está expuesto y está llevando a Va por México al descrédito. La Alianza va perdiendo credibilidad diluyéndose como oposición al tener como uno de sus ejes a un personaje que va en camino de ser impresentable.
En las últimas semanas se ha visto cómo ha avanzado Morena en estados en donde parecía que estaba perdiendo fuerza. Es probable que sea por el desgaste en el ejercicio del poder de algunos gobiernos de oposición, pero también porque a la alianza no se le ven ni pies ni cabeza. Las encuestas en el Edomex tienen a la oposición por debajo de Morena, incluso en alianza, a pesar de que el gobernador priista no necesariamente está mal evaluado.
El PAN aparece hoy como el partido más estructurado de la oposición; sin embargo, esto no le da para sumar a quienes más que votar por el partido están contra el Presidente y su proyecto.
El PRI tiene que tomar decisiones internas. No puede dejar que el tiempo pase, porque el sentido estricto lo que no se resuelve termina por ser un problema mayor. Si tanto piensa en oposición en el 2024 de las primeras cosas que tiene que hacer es enfrentar su terca realidad.
RESQUICIOS.
La austeridad del gobierno, cercana al austericidio, está llevando a que se abran agujeros en diversas dependencias. Lo de CompraNet es prueba de que hicieron a un lado el mantenimiento del estratégico portal. Suponemos que es la falta de inversión, porque la opacidad sería brutal, lamentable y mucho más.