Jorge Camacho

Inicia el cambio en Durango

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jorge Camacho
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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De manera formal se inicia el proceso de transición y, en pocos días, la entrega-recepción en Durango. La ley marca que entre el 1 y el 15 de agosto deben estar los responsables del proceso, y el 15 de agosto, de manera formal, se empiezan a entregar las dependencias.

Todo proceso, como el que está dando inicio en Durango, lleva su complejidad y su particular problemática, es de manera formal el primer encuentro de un gobierno en funciones y uno que está por llegar, es la primera muestra de realidad de todos los aspectos que conforman la administración de un estado.

Veremos en los días que están por venir el tamaño de los equipos y la capacidad de acuerdo y entendimiento, que son fundamentales para que cada uno entienda el momento que vive.

Es evidente que el ejercicio de gobierno conlleva un desgaste y que las expectativas de uno nuevo generan ilusión y nueva esperanza. La combinación adecuada de los instrumentos que cada equipo posea, la confianza que se genere entre ellos y, sobre todo, la verdad con que se trabaje, serán la piedra angular de una buena salida y de una llegada tersa.

Conozco a Esteban Villegas, sé de su capacidad y de su compromiso con el encargo que tomará el 15 de septiembre, sé que no va a improvisar: colocará a los mejores en cada una de las diferentes áreas. Sé que el equipo que él decida, hará de manera profesional el trabajo que implica recibir la administración de un estado que, a la luz, tiene serios problemas económicos, pero también sé que, si existen anomalías, desvíos o malos manejos, los van a señalar.

Es el momento de que el gobernador electo cumpla su primer compromiso con los ciudadanos, que fue desde el principio verlos de frente y hablarles con la verdad, y eso se dijo como resultado de los diversos estudios que se hicieron para saber qué es lo que la ciudadanía quería. No fue con mercadotecnia ni con “ideas geniales” que se logró que la ciudadanía creyera, fue con profundo conocimiento interpretado del plano de la investigación donde encontramos la definición de la narrativa, y ahí se entendió qué querían los duranguenses. No sólo es saber quién está arriba en determinada encuesta o está abajo en alguna otra. Es cómo usar los elementos para definir acciones.

La sociedad está evaluando de manera constante, sin complicaciones ni grandes análisis. Hoy, el gobierno que sale también debe entender el papel que la sociedad le demanda, y deberá guardar discreción y ser puntual con lo que pasará en los próximos 45 días. Estoy convencido que nadie quiere sobresaltos o falsas persecuciones, nadie va para el señalamiento fácil y se deben atender los procesos legales. Que nadie vea “moros con tranchetes” y que se llegue a un ejercicio de cambio transparente.

La actualidad supera en mucho las formas tradicionales de comunicar. Así que es momento de entender que, en la forma de decir las cosas, de actuar o de enviar señales, está en buena medida el secreto de lo que queremos verdaderamente comunicar.

Veo el primer acto de la defensa de Durango, que va de la mano con el trabajo y el valor que debemos tener todos, para lograr que lo bien hecho prevalezca.