Josefina Vázquez Mota

91 delitos contra menores al día

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Nunca en la historia de nuestro país, delitos como la extorsión, homicidios dolosos y feminicidios habían afectado tanto a nuestra niñez y adolescencia, cifras oficiales señalan que al día se cometen 91 delitos contra este sector de la población.

Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dan cuenta que de enero a junio de este año, se registraron 16 mil 395 delitos contra personas de 0 a 17 años, comparados con los 13 mil 515, en el mismo periodo de 2021.

Tan sólo en junio de 2022 se contabilizaron, a nivel nacional, 3 mil 120 víctimas de delitos de entre 0 y 17 años, la mayor cifra desde 2015.

Podría prescindir de las cifras porque estamos hablando de vidas, pero en esta época son tan importantes los números para ejemplificar empíricamente que la violencia y la inseguridad contra nuestras niñas, niños y adolescentes se encuentra en focos rojos.

En 2021 se dieron 980 casos de corrupción de menores, este año, la cifra creció a mil 189, es decir, 209 nuevos casos; la extorsión pasó de 106 a 128 casos; el feminicidio, de 52 a 59; el homicidio, de mil 214 a mil 272; el secuestro, de 27 a 30 y la trata de personas, de 205 a 214.

Las lesiones cometidas contra nuestra infancia y adolescencia crecieron dos mil 16 casos, al registrarse 8 mil 781 en 2022, contra los 6 mil 765 el año pasado. De los 59 feminicidios contra mujeres de 0 a 17 años, 11 fueron con arma de fuego y nueve con arma blanca.

Hasta junio, 552 niñas, niños y adolescentes han sido víctimas de homicidio doloso a nivel nacional; 88 mujeres y 464 hombres. Son 413 menores de entre 0 y 17 años los que han muerto por arma de fuego, 68 mujeres y 345 hombres.

Es urgente desarrollar una estrategia integral de seguridad y prevención, que atienda a nuestras niñas, niños y adolescentes, en donde las garantías individuales y sus derechos estén garantizados, y el interés superior de éstos sea el eje.

El incremento de la violencia armada en el país no sólo afecta a la población adulta, también trastoca a nuestra niñez y adolescencia, por eso es indispensable implementar acciones a favor de ellos y no sólo registrar en una bitácora los delitos contra niñas, niños y adolescentes.

Es momento de voltear a ver a nuestra infancia y adolescencia, de dejar de ignorarlos, minimizarlos, invisibilizarlos sólo porque no votan. Nuestras niñas, niños y adolescentes no tienen partidos, tienen derechos, y por muy trillado que suene, son nuestro presente, no sólo nuestro futuro.