Más allá de los resultados electorales y de los ganadores, tanto en Coahuila como en el Estado de México, el gran triunfador es el abstencionismo.
La realidad nos pega en la cara a todos los partidos políticos, pues seamos del color que sea, la sociedad no termina por participar en las urnas, y muchos menos, por creer en las fuerzas políticas. No logramos convencerlos ni siquiera de salir a votar.
De acuerdo a las actas capturadas en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), en el Estado de México, con el padrón electoral más grande del país, menos de la mitad de los ciudadanos salió a votar; mientras que, en Coahuila, la participación fue de 56.4 por ciento, la más baja en las últimas tres elecciones.
En ambos estados la participación ciudadana en las urnas disminuyó casi un cuatro por ciento, en comparación con la elección pasada, en 2017, lo que significa, que la gente optó por no votar.
El desinterés ciudadano es un tema que a todas y todos nos debería ocupar, porque si no logramos mover almas, como decía nuestro fundador Manuel Gómez Morin, el abstencionismo nos seguirá derrotando.
Es indispensable que hagamos una introspección en los partidos políticos, particularmente en Acción Nacional, el mensaje es claro, el partido debe ser más ciudadano, abrirse a la sociedad civil organizada y dejar de mirarse sólo entre grupos.
Hoy, nuestra gran tarea es convocar a la ciudadanía a participar en los procesos electorales, si es que no queremos que el populismo y el autoritarismo persistan. El trabajo de las fuerzas políticas no sólo es el de ganar elecciones, su principal labor es representar a la ciudadanía, tarea que, desafortunadamente, hemos olvidado por intereses particulares y de grupo.
El abstencionismo ha tocado la puerta de todas las fuerzas políticas, y nos ha hablado al oído para decirnos que, si no miramos hacia fuera, hacia el ciudadano, iremos decayendo.
Las cifras del PREP mostraron un alto índice de abstencionismo, es decir, que se mantiene la tendencia de que apenas la mitad de los ciudadanos de la lista nominal salen a votar.
De acuerdo a un análisis de la Coparmex, si el abstencionismo fuese un partido político sería el ganador y arrasaría, ya que en el 87 por ciento de las casillas son más los que no votan que los que sí.
Con base en estudios del INE, la Coparmex evidenció que la votación de los jóvenes de 19 a los 39 años es el segmento de población que menos participa, junto con los mayores de 85 y más.
Hoy como nunca, en Acción Nacional debemos salir a las calles y hacer eco de las palabras de nuestro fundador, y no esperar a que sea el ciudadano quien tome la iniciativa; de seguir en un soliloquio, seguiremos permitiendo que el abstencionismo sea el gran triunfador.
