Atención trasnacional para menores migrantes

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Josefina Vázquez Mota *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Para atender a la migración infantil es importante crear un mecanismo transnacional de protección integral, que permita activar y reforzar los sistemas de apoyo para menores acompañados por sus familias y no acompañados.

Por ello es que me sumo a la iniciativa que impulsa la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), de crear este mecanismo para así establecer una estructura que articule y coordine a las instituciones de Estados Unidos, México y Centroamérica, y no seamos indiferentes ante esta problemática.

Desde la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del Senado, tenemos el compromiso para trabajar conjuntamente con la organización civil, para juntos construir una agenda de trabajo y acciones inmediatas, en las que participen todos los órdenes de Gobierno, a fin de salvaguardar la integridad de las y los menores.

Hace unas semanas, al presentar de manera virtual el estudio “La infancia cuenta en México. Frontera sur”, sostuve que de enero a octubre del 2020, la policía migratoria registró a 10 mil menores presentados ante la autoridad mexicana, de los cuales el 40 por ciento corresponden a infantes no acompañados.

De ese porcentaje, dos mil niñas de 10 y 14 años resultaron embarazadas, debido a las violaciones y agresiones que sufren por parte de integrantes del crimen organizado, al pasar por territorio mexicano.

Considero que estos hechos nos obligan a hacer un alto en el camino en el diseño de políticas públicas, ir más allá y sumar esfuerzos como Estado mexicano para trabajar con Centroamérica y Estados Unidos.

Sobre todo, porque el 30 por ciento de la población que emigra es menor de 15 años; son jóvenes que viajan solos, y son capacitados para decir que son mexicanos para que no los regresen a su lugar de origen.

Está comprobado que el 70 por ciento de niñas y niños que tratan de cruzar ilegalmente nuestro país hacia la Unión Americana, huye de la violencia, la pobreza y la marginación.

De ahí la importancia de contar con un mecanismo transnacional que permita que desde sus países de origen, hasta su país de destino, estén acompañados por autoridades sensibilizadas y capacitadas para su atención, protección y restitución de derechos.

Las niñas, niños o adolescentes que llegan a México a veces se sienten más protegidos que en su lugar de origen, principalmente por el aumento de grupos y pandillas en sus países, y aún así, llegan a un territorio donde se les ofrecen pocas oportunidades que contribuyen a crear un nivel de vida poco adecuado para su niñez.

Es importante generar una estructura entre Estados Unidos, México y los países de Centroamérica, para que la migración de niñas, niños y adolescentes no sea un calvario en donde sufran violaciones a sus derechos y a su integridad, sino un trayecto que les permita alcanzar una mejor calidad de vida y la esperanza de un futuro mejor.

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