Certeza en nuestras instituciones

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Hoy más que nunca es necesario darles certeza a nuestras instituciones, sobre todo, en aquellas que llevan mano en los procesos electorales de nuestro país.

La crisis que embarga al Tribunal Electoral no le conviene a nadie, mucho menos cuando el proceso electoral del 2024 está a la vuelta de la esquina.

Las y los mexicanos merecemos instituciones electorales serias, confiables y que estén a la altura de lo que demanda la ciudadanía, hacer realidad la democracia y la pluralidad.

Las marchas en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) no fueron en vano, ahí está el resultado de ellas, la inconstitucionalidad de la Reforma Electoral impulsada por este régimen, mejor conocida como el Plan B.

La salida de las ciudadanía a las calles no sólo fue para defender al INE, sino para hacer valer nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra democracia.

La defensa de nuestro órgano electoral también incluye al Tribunal Electoral, pues ambas instituciones son las encargadas de hacer valer las leyes electorales. No hacerlo así, es defraudar a la ciudadanía.

Generar crisis al interior de la institución que califica y valida nuestros procesos electorales, es un juego perverso que tampoco ayuda a quienes lo integran, hacerlo, es caer en los intereses de grupo o particulares.

Confío en que el diálogo y los acuerdos estarán a la altura del interés superior, que es México, y no por debajo de las agendas individuales o de quienes tienen un interés por desestabilizar el proceso electoral de 2024.

Sólo en los regímenes autoritarios y dictatoriales, se generan crisis institucionales con la intención de que quienes ostentan el poder sean los beneficiados.

México, afortunadamente, no es de un poder absoluto, ni de un solo hombre, ni de un solo partido, eso ya lo vivimos hace más de una década, regresar a ello es apostarle a un régimen antidemocrático.

Las simulaciones y los acuerdos en los oscurito no le vienen bien a México ni a nuestra democracia, generar ruido en el Tribunal Electoral, en medio de las precampañas es darse un tiro en el pie.

Tal parece que la pandemia del autoritarismo, tras tocar Nuevo León, aterrizó en el Tribunal Electoral. Ojalá que a la brevedad y con la ayuda de la sensatez y la razón, se lleguen a acuerdos que permitan transitar en la legalidad.

Aquí, lo verdaderamente importante es garantizarle a la ciudadanía que cuentan con instituciones electorales serias, profesionales, autónomas e independientes.

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