Mientras el Gobierno mexicano afirma que la curva de la pandemia se “está aplanando”, las muertes reportadas crecen a diario registrando las pérdidas más altas de vidas humanas, y la realidad en los hogares es de pérdida y sufrimiento, sin encontrar respuestas que les permitan recuperar aliento y optimismo ni en salud ni en economía.
Las familias mexicanas pierden confianza y se muestran poco optimistas sobre el futuro cercano. De acuerdo a la más reciente encuesta del Inegi, la confianza de los consumidores se desploma y el pesimismo invade miles de hogares, siendo la peor caída desde el año 2001.
No hay un solo rubro que escape a este pesimismo respecto a los meses por venir en todo el país.
La confianza del consumidor es un indicador económico que mide el grado de optimismo que los consumidores sienten sobre el estado general de la economía y sobre su situación financiera personal.
A diferencia de hace un año, hoy miles de familias no creen poder consumir muebles, televisores y lavadoras, siendo uno de los rubros más afectados en tan sólo pocos meses.
Las expectativas que sufren las caídas más fuertes son las del empleo y, por tanto, la capacidad de ahorro; y si revisamos el desempleo registrado en estas últimas quincenas, veremos que es altamente probable que este desaliento siga creciendo.
Las familias descartan también la posibilidad de adquirir un automóvil nuevo o incluso usado. Y en cuanto a la construcción, en los hogares se afirma que durante los próximos dos años ningún miembro de la familia podrá comprar o remodelar una casa.
A nivel personal, vislumbran que su situación económica personal será peor en el futuro cercano. Y en bienes tan básicos como la compra de zapatos, alimentos y ropa, la tendencia es marcadamente a la baja.
Ya ni hablar de las posibilidades económicas para salir de vacaciones los próximos 12 meses; que contrasta brutalmente con el ánimo y la certeza de miles de familias en el 2018, mostrando optimismo creciente para hacer turismo. El desplome de la confianza de las familias para salir de vacaciones está en el punto más bajo.
Claramente, miles de familias a lo largo y ancho de nuestro país tienen otros datos, los de sus bolsillos; datos de la realidad que les roba derechos adquiridos y oportunidades ganadas con esfuerzo a lo largo de muchos años.
Antes de la llegada de la pandemia del Covid-19 la caída de la economía mexicana lastimaba a muchas familias, pero una vez llegada esta grave crisis de salud, frente a la cual el resto de los países han respondido con unidad y programas económicos robustos y excepcionales para enfrentar la emergencia y posteriormente la reactivación, México es la excepción.
“La colaboración es hoy en día, la forma más poderosa de crear valor y no hay innovación colectiva sin colaboración, y no hay colaboración sin confianza”: Jack Welch.