Josefina Vázquez Mota

Mamás en cuarentena

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota
Josefina Vázquez Mota
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“Las mañanas comienzan con las clases de la escuela. Y de la clase virtual pasamos a hacer el desayuno, y al qué hay en las noticias y ver qué orden de trabajo traigo, y a ver qué hay de comer para ese día, y apúrale para cocinar si no hay nada”, cuenta Claudia Salazar sobre su experiencia como mamá durante la pandemia por Covid-19.

Historias como la de Claudia se podrán apreciar en el libro titulado Mamás en cuarentena, editado por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, compilado por las periodistas Cynthia Rodríguez y Olimpia Velasco, y en el que 47 mujeres narran su maternidad a un año de que inició la pandemia en México.

El libro sostiene que hasta ahora son las mamás las que llevan la “peor parte” de la contingencia por la pandemia de coronavirus, pues de acuerdo con los datos más recientes del Inegi, 15 millones de mujeres tienen sobrecarga de trabajo, multiplicada por la labor doméstica y la de cuidado y crianza. Además, de que han visto reducidas las horas de sueño, viven con más estrés y muchas de ellas con más violencia familiar.

Destaca que al quedarse los hijos e hijas en casa, requieren de tutoría en las clases, ayuda para las tareas, diálogo para asegurar el aprendizaje y refuerzo, lo que multiplicó la tarea para las madres de familia trabajadoras, que no son una cifra menor, el Inegi señala que suman 14.8 millones de mexicanas, y que de ellas, 73 de cada 100 tienen al menos un hijo o hija, y que en promedio crían a dos de éstos.

La edición resalta que las madres son las que más afectación tienen en cuanto al desempleo, lo que ha derivado en dramas de familias que se quedaron sin alimentos en la mesa, pago de renta, electricidad y agua. De marzo a junio de 2020, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, informó de la pérdida de 375 mil 717 plazas de trabajo formal.

Al retomar datos de la Red Nacional de Refugios, el libro afirma que las agresiones contra mujeres, niñas, niños y adolescentes en confinamiento aumentaron 81%, y que entre marzo y junio del año pasado, atendió 14 mil 599 féminas.

“La pandemia nos ha dejado grandes aprendizajes. Yo no he dejado de trabajar, sólo no asisto a mi escuela, pero tengo otros trabajos. Soy comerciante en el negocio familiar, éste de por sí ya lo hacía desde casa. No es fácil ser ahora cocinera, maestra, entrenadora, educadora, instructora, cuentacuentos, ogro, enfermera y lámpara a la vez”, platica Alejandra Boites.

Una vez más, son justamente las mujeres quienes enfrentan los mayores costos de estas pandemias. Escucharlas es imperativo, y para ello, se ocupan puentes y espacios de reconocimiento a sus derechos, y no muros, aunque pretendan llamarlos de la paz.

Felicito a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y a su presidenta, Nashieli Ramírez, por esta compilación tan valiosa en estos tiempos.