Miles de niñas y niños menores de cinco años mueren cada año a consecuencia de las aguas contaminadas y del saneamiento insalubre; por la contaminación del aire en exteriores e interiores, desarrollando problemas crónicos relacionados con el medio ambiente, desde alergias hasta discapacidad mental o física.
De acuerdo con la Unicef niñas, niños y mujeres representan el 65 por ciento de las personas que en los próximos años sufrirán las consecuencias de los desastres relacionados con el cambio climático.
Por eso es que desde el Senado de la República avalamos por unanimidad, una reforma a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para hacer obligatoria la educación en el respeto al medio ambiente, a fin de enseñarles la adopción de estilos de vida sustentables, así como concientizarlos sobre las causas-efectos del cambio climático.
Sabemos que la responsabilidad de enseñar buenos valores en nuestra niñez es de nosotros, como personas adultas. Por eso debemos crear conciencia sobre la necesidad de proteger al medio ambiente y reducir el cambio climático.
Como personas tenemos derecho a tener un medio ambiente sano para nuestro desarrollo y bienestar; derecho que se encuentra establecido en el artículo cuarto de nuestra Constitución.
Está comprobado científicamente que al ritmo que vamos nuestro planeta no resistirá; estudios realizados estiman que para el año 2030 será la fecha límite para que podamos evitar una catástrofe global.
Por ello es que esta reforma pretende que niñas, niños y adolescentes a través de las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las alcaldías de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias, garanticen una educación en un plano de respeto hacia el medio ambiente.
Actualmente en México hay más de 2 mil 500 especies que están en peligro o riesgo de extinción, debido a la transformación y degradación de los ecosistemas. Alrededor del 70% de los bosques en nuestro país está fragmentado.
Hay 10 veces más personas que emigran por desastres naturales que por la violencia generada por el crimen organizado. El clima ha expulsado de sus hogares a más de 2 millones de personas. México es el único país del G-20 sin plan para eliminar emisiones de gases efecto invernadero.
Por esta razón es que educar a nuestros niños, niñas y adolescentes en conservar y proteger el medio ambiente les permitirá vivir en un país más verde y más limpio.
Como Estado mexicano estamos obligados a velar permanentemente por el desarrollo pleno e integral de las niñas, niños y adolescentes, en un medio ambiente sano y sustentable.
Es necesario crear conciencia del cambio climático en las nuevas generaciones, razón por la cual es fundamental educar a nuestra niñez y adolescencia sobre el cuidado del medio ambiente y el uso racional de los recursos no renovables, velando por la sustentabilidad del planeta.
De aquí la importancia de la no aprobación de una reforma eléctrica que camina en un sentido contrario a un mundo más sano, más limpio, más verde.