Josefina Vázquez Mota

Es el momento de los demócratas

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Dicen bien los que señalan desde el régimen que es tiempo de “quitarse las máscaras”, de no ser “hipócritas”, y eso es justo lo que nos exigen las y los ciudadanos cuando de nuestra democracia se trata, definirnos entre demócratas o autoritarios.

Es el momento de demostrar con hechos y no con palabras, si realmente somos demócratas o autoritarios, si queremos un México demócrata, con libertades, con alternancia y pluralidad política, o preferimos regresar a un régimen autoritario, centralista, y de abuso de poder.

Hoy, la mirada de todas y todos los ciudadanos está en el Senado de la República, son tiempos de definición, de determinación, de sacar la casta y de defender lo que con mucho ahínco se ha construido por décadas, ser una nación demócrata.

Por supuesto que la democracia es perfectible, y todas las naciones del mundo, que se dicen demócratas, se han ido transformando con el paso del tiempo, por eso es impensable que los regímenes que han luchado por ser demócratas pretendan regresar al autoritarismo, a una dictadura, a que el país sea de un solo hombre o de un solo grupo.

La defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) no es para ir en contra del Gobierno federal, es porque estamos hablando del órgano electoral que garantiza procesos electorales con certidumbre, transparencia y libertad; elecciones en donde nuestro voto sea respetado aun cuando los resultados no le favorezcan a uno u otro partido, porque no se trata de los partidos ni de los candidatos, se trata de la decisión que toman las y los ciudadanos.

Por eso hoy como nunca, yo refrendo mi voto en contra del llamado Plan B de la Reforma Electoral a las leyes secundarias, y acompaño el llamado del bloque de contención en el Senado para que se detenga la aprobación de un dictamen que no tiene pies ni cabeza y sí muchas violaciones a la Constitución.

No es necesario llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que se acabe la discusión y debate en materia electoral, cuando desde el Poder Legislativo podemos meter freno y corregir lo que por procedimiento ya está mal.

Quienes se jactan de ser demócratas saben que el contenido del Plan B está mal hecho, es inconstitucional y obedece a los caprichos de un solo hombre que no ha superado sus derrotas electorales, y que bajo ningún esquema, está pensando en un beneficio común, sino en una venganza añeja.

Los demócratas no se quedan callados, no agachan la cabeza, no firman sin leer la letra chiquita, no se lavan las manos como Poncio Pilatos, no, los demócratas levantan la voz, señalan las inconsistencias, proponen soluciones, dialogan y construyen consensos, de no ser así, no pueden decirse demócratas.

Los demócratas escuchan y dialogan con la minoría, no imponen y hacen como que no ven al otro, no aplastan ni bailan al canto de una voz; los demócratas creen en las libertades y permiten al otro ejercerlas sin que ello tenga consecuencias políticas.

Hoy quiero hacer un llamado a la sociedad civil organizada para que juntos sigamos en la defensa de nuestra democracia, de nuestras libertades y del INE, juntos llegamos más lejos, y juntos podemos hacer que México siga siendo un país demócrata.