El quinto empleador

Los tentáculos del crimen organizado se extienden cada vez más, ahora no sólo recluta sino que es el quinto empleador en todo el país, aunque en Palacio Nacional digan que tienen “otros datos”.

La investigación realizada por Alejandro Hope (qepd), Rafael Prieto-Curiel y el italiano Gian Maria Campedelli, publicada en la revista Science, señalan que en una década el número de miembros que integran los cárteles mexicanos de las drogas pasó de 115 mil en 2012 a 175 mil en 2022, colocándolos en el quinto lugar entre las organizaciones con mayor número de empleados en el país, por debajo de Femsa, Walmart, Manpower y América Móvil.

La presencia del crimen es inaudita en la historia de nuestro país, y para muestra de ello está el video que circula en redes sociales, sobre el recibimiento que hacen a miembros del crimen organizado en Comalapa, Chiapas.

Ahora el crimen organizado también controla las cadenas de producción y distribución del aguacate y el limón, en Michoacán; en tanto que, en Guerrero, de productos básicos como el pollo. Eso sin dejar de lado la distribución de narcóticos como el fentanilo, que cada día consumen más las nuevas generaciones.

La presencia del crimen organizado en algunos municipios del país está tan arraigada, que son los responsables de definir quién será el próximo alcalde o gobernador.

Dice el Presidente que cómo creen que en Chiapas o en todo México el crimen organizado domine, que eso no puede ser posible, que se trata de “contenido para atacarnos”, pues eso de que sea el quinto empleador “es falso”.

Los tentáculos del crimen son tan amplios que se estima han reclutado más de 35 mil niñas, niños y adolescentes, de acuerdo con Reinserta. Menores que según Redim, ejecutan más de 22 tipos de delitos, entre los que destacan el tráfico de drogas, secuestro, trata de personas, corrupción y piratería.

Investigaciones nacionales e internacionales, dan cuenta que la presencia del crimen organizado está en todo el territorio mexicano, ya no sólo en algunos estados como se tenía identificado, sino en toda la República.

De ahí que el mapa nacional se pinte de rojo cada fin de semana, y los Semefos se desborden provocando una crisis forense como ocurre en Veracruz. Los “abrazos no balazos” han ampliado el margen de la impunidad, nadie está seguro.

De tal suerte que, para ellos, los criminales, su poder y presencia cada día se vuelve más poderosa, en tanto que nuestro Estado de derecho se debilita.

Lo más lamentable de que sea el quinto empleador, es que entre sus empleados hay niñas, niños y adolescentes, a quien el Gobierno federal no ve ni escucha, porque para el régimen nada de lo que sucede es real, todo es un asunto para perjudicarlo.