Josefina Vázquez Mota

No más revictimización a las mujeres

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hace una semana aprobamos por unanimidad en el Senado de la República, la ley que castiga la difusión de imágenes de mujeres víctimas de violencia, conocida como Ley Ingrid.

Una iniciativa que surgió del reclamo de miles de mujeres que salieron a las calles a marchar para que servidores públicos y los medios de comunicación no lucren con las imágenes de mujeres asesinadas.

Esto después del feminicidio de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años que fue asesinada y desollada en su casa a manos de su pareja sentimental. Y que, sin pudor ni cuidado, las fotografías del crimen fueron exhibidas en redes sociales y medios de comunicación, luego de ser filtradas por las autoridades que atendieron el caso.

Y es que al hacer uso de estas imágenes, de manera inmediata, se revictimiza a las víctimas y a sus familias, además de vulnerar la privacidad del caso.

Por eso es que reformamos el Código Penal Federal, para que sean sancionados con penas de hasta de 36 años de prisión, a quien o quienes, difundan cuerpos de mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia.

Es importante resaltar que aquellos que sean servidores públicos, recibirán penas más severas, pues se establecieron sentencias de 12 a 18 años de prisión; y en caso de ser periodistas, youtubers o cualquier persona que difunda este tipo de imágenes, las penas van de seis a 12 años.

Es importante señalar que no se pretende limitar ni vulnerar la libertad de expresión, en el caso de los medios o periodistas, sino por el contrario, se trata de resguardar a las víctimas y sus familias, pues al difundir imágenes se transgrede la privacidad de los mismos.

De igual forma, se estableció que las penas se duplicarán si las imágenes son difundidas en Internet, dado que ahora es muy común ver en las redes sociales dichas imágenes.

Con esta iniciativa se espera impactar positivamente en la generación de contenidos informativos y acabar con la prensa sensacionalista, pero sobre todo, que se dejen de difundir imágenes que laceran a las víctimas.

Es indispensable que como sociedad, dejemos de consumir contenidos innecesariamente violentos que contribuyen al morbo y no a la información como tal, además de evitar que se lucre con la exhibición de los cadáveres de las personas víctimas de violencia.

Ante un entorno y una realidad violenta, necesitamos dejar de hacer mal uso de las carpetas de investigación, de las imágenes que forman parte de una investigación. Es necesario hacer una contención de lo que se publica en los medios de comunicación y en las redes sociales, porque no podemos seguir revictimizando a las víctimas de violencia, particularmente de mujeres, niñas, niños y adolescentes.