Josefina Vázquez Mota

¡Sigamos luchando por México!

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El domingo pasado se vivió una fiesta ciudadana en el Zócalo de la Ciudad de México, la plaza más importante de todo el país, y lo mejor, es que hubo réplica en los estados de nuestra querida nación.

Salir a las calles a gritar: “¡La ley es la ley!”, “El INE no se toca”, “Mi voto no se toca!”, “México, México, México”, no sólo me eriza la piel, sino que hace vibrar mi corazón, particularmente cuando a una sola voz entonamos todos juntos el Himno Nacional.

Una marea rosa pintó el Zócalo, que, por cierto, amaneció sin bandera y con un Palacio Nacional protegido de vallas metálicas, aun así, la fiesta ciudadana hizo vibrar las cuatro esquinas de la Plaza de la Constitución.

Una plaza que nos pertenece a todas y todos, y que el domingo nos arropó y nos unió en una misma causa: la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), de nuestra democracia, de nuestro voto y de nuestras libertades.

Era impresionante ver las calles del Centro Histórico llenas de ciudadanas y ciudadanos vestidos de rosa o blanco, con rosas en las manos que fueron colocadas en las escalinatas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y en las que depositamos nuestra confianza de que las ministras y los ministros harán valer la Constitución, porque es a ella a la que deben lealtad.

Vale la pena salir a las calles, llenar plazas y cantar el Himno Nacional a todo pulmón, cuando de defender la democracia y las libertades se trata. No importa que al siguiente día o días posteriores, nos señalen y exhiban en la mañanera, o minimicen a la todas las y los ciudadanos que nos dimos cita.

Hoy la defensa del INE, de la democracia, de nuestras libertades son las que nos convocan a ir al Zócalo, a las plazas principales en los estados. Defender a México de una Reforma Electoral regresiva que nos llevaría a más autoritarismo no le debería de ofender a nadie, en lugar de eso, deberían de dejar de complacer en todo a quien tanto rinden pleitesía.

Luego de esta gran convocatoria a la que acudimos por voluntad propia, México ya no es el mismo del 2018, es un país más despierto, más demandante y más decidido a cambiar el rumbo. No se trata de colores partidistas ni de ideologías, son nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra democracia la que nos mantuvo de pie en el Zócalo.

¡Yo saldré a las calles de mi México cada que vez que sea necesario, no sólo por mí, sino por las generaciones que vienen detrás, por las niñas, niños y adolescentes, y por quienes hoy somos el presente. Confiamos en la Suprema Corte, confiamos en la voz ciudadana.

Sigamos luchando por México, sigamos saliendo a las calles, llenemos plazas, el Zócalo, gritemos con fuerza que México no es de un solo hombre, es de todas y todos los mexicanos.