Morena, la fuerza hegemónica

MARCAJE PERSONAL

Julián Andrade*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Julián Andrade
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hay que ser realistas. El INE hará una asignación de diputados plurinominales similar a la que ya anunció la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y en el TEPJF van a rechazar las objeciones que presente la oposición. Las cartas están a la vista.

Esto es así porque la ley lo permite, aunque signifique una trampa que implicará una sobrerrepresentación que llevará a un cambio de régimen en nuestro país.

Quedará en manos de quienes tendrán la mayoría para reformar la Constitución lo que hacen con ella, pero no deben obviar que la pluralidad existe.

Es decir, el Congreso no será un reflejo fiel de lo que ocurrió en las urnas y esto puede acarrear diversos problemas. Es una cuestión de realismo político que trasciende las piruetas aritméticas en la asignación de las curules.

En los hechos, no es muy claro que la mayoría tenga el mandato que dicen tener y ello importa por las enormes consecuencias que algunos de los cambios van a implicar, entre ellos, las reformas judicial y electoral.

Es más, en este último aspecto será la primera vez, desde los años setenta del siglo pasado, en que el proceso reformista no será acompañado por las minorías.

Es loable que Xóchitl Gálvez anuncie movilizaciones para defender un reparto distinto de plurinominales más apegado al resultado de las votaciones, pero es un camino que terminará en la frustración de sus impulsores. Hay momentos para todo y ahora no parece claro que sea el de las protestas en las calles, en principio porque no será con la fuerza que sí se mostró en la defensa del INE y de la SCJN.

En todo caso, la tarea de la oposición y de la sociedad recaerá en convencer al partido mayoritario de entrar en un proceso de reformas que especifiquen lo que implicarán las coaliciones en el futuro y que éstas serán tratadas como un solo partido.

También se podría transitar a la proporcionalidad por medio de listas nacionales que reflejen con mayor nitidez lo que los ciudadanos definen con su voto.

Pero Morena no tendrá ni el más mínimo incentivo para recorrer esa senda, e inclusive, las reformas que propuso el Presidente López Obrador desde febrero van en contrario de esa perspectiva.

Es frustrante, al paso del tiempo, el constatar que las alarmas que se lanzaron desde 2018 respecto al tema de la sobrerrepresentación no hayan sido aquilatadas. En el INE intentaron corregir la situación en 2021 con el recurso de la militancia efectiva, pero esto no fue suficiente.

Se desperdiciaron, a lo largo del tiempo, oportunidades para cambiar la ley, porque se olvidó que las reglamentaciones tienen que pensarse para escenarios complejos.

Confiar en la buena fe de los actores políticos o en que la democracia estaba consolidada, resultó un error de grandes proporciones y de consecuencias impredecibles.