Justamente esto es el análisis hoy en el Senado de la República, y específicamente en el apartado de prácticas monopólicas absolutas en el mercado de pago con tarjetas de crédito. El senador que ha puesto en alto este asunto es el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en el Senado de la República, Alejandro Armenta Mier (Morena), que presentó una denuncia ante la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), para solicitar que se investiguen las posibles prácticas monopólicas absolutas en el mercado de pagos con tarjeta de crédito en México, que debe ser resuelto antes del 9 de agosto por este órgano autónomo.
El tema, aunque se quiera minimizar, es de tal gravedad, si se piensa que el sector financiero en nuestro país está aún muy lejos de los sectores más vulnerables de la población, y más aún si se analiza en el avance de la bancarización del país, de ahí que se siga señalando la alta concentración del sistema bancario nacional en manos de bancos extranjeros, lo cual por decir lo menos ha implicado afectaciones al mercado y los usuarios al aplicar un sobrecosto por el uso de tarjetas de crédito. Y aquí un punto interesante porque existen algunos banqueros que con toda la libertad y desfachatez argumentan la libre competencia y la amplia participación de instituciones financieras para reducir esos costos señalados pero que en la práctica no es así.
Armenta Mier sabe que es un momento crucial para este tema luego de que por muchos años se ha hecho a un lado por personajes ligados a bancos que actúan como cabilderos para que no se toque el tema que finalmente impacta en los bolsillos de la población. El legislador sabe que trataba de un tema comercial, que tiene que ver con la regulación en el mercado de pagos de tarjetas de crédito y el sobrecosto que se aplica por su uso, en el que se está intentando combatir a los monopolios y los oligopolios que no permiten la competencia. Se busca además, el equilibrio del sector financiero, porque van también por apoyar a los comercios locales y a los usuarios para que tengan mejores condiciones al usar un servicio bancario.
Si usted recuerda el pasado 25 de mayo, el senador Alejandro Armenta presentó la denuncia de la que hablamos, por lo que se quiera o no ya es un asunto que debe tratarse por la Cofece, a la que muy pocas veces le gusta que le digan lo que tiene que hacer, y en qué se tiene que poner a trabajar, porque sus funcionarios casi siempre están distraídos en otros temas de poca relevancia y para cuando dan resoluciones muy poco importan o quienes las cometen ya salieron más beneficiadas que perjudicadas con las sanciones impuestas. Incluso la pregunta sería si ¿en la Comisión de Competencia quieren caer en el delito de traición a la Patria, por proteger otros intereses que no son los de la nación? Ellas y ellos, quienes sirven a la nación en este órgano saben muy bien la respuesta.
La presentada es clara muestra de indicios de que los grandes bancos emisores llevan a cabo posibles prácticas monopólicas absolutas, las cuales gravemente han afectado a millones de tarjetahabientes durante años. En las prácticas se destacan la fijación de precios; elevación de precios e intercambio de información para las fijaciones entre los grandes bancos. Está claro que esta investigación no debe sólo enfocarse en las cámaras de compensación (encargado de estos intercambios), sino en el mercado en su totalidad, considerando el ciclo completo de las transacciones: adquirencia (recepción de tarjetas en los comercios), emisión (el otorgamiento de tarjetas a los clientes por los bancos) y compensación (las cámaras de compensación).
El cuestionamiento sobre la Cofece es su tibieza y lentitud en sus procesos, en siempre sus investigaciones tardías, y más sus reacciones, y castigos, hoy podrían dejar claro una vez más el proteger intereses financieros globales. La responsabilidad de la oficina de competencia es salvaguardar los intereses de los ciudadanos, no debe resguardarse en su autonomía para no rendir cuentas ni al Senado ni a la Comisión de Hacienda; por ello, también la denuncia sobre este asunto se dio ante la Fiscalía General de la República, para que hagan las investigaciones correspondientes de los funcionarios responsables, así como de los integrantes de la banca, por su afectación a los usuarios de los servicios financieros que son ya más del 80% de la población. Está en manos de la Cofece admitir y dar trámite a la denuncia e investigar a fondo los hechos y evidencias presentados en claro beneficio de los sectores más vulnerables de nuestro país.
Voz en off. Datos en los que México adolece, que es uno de los países con más retraso en bancarización respecto de sus pares en Latinoamérica. Sólo 3 de cada 10 mexicanos usan el sistema bancario, comparado con 5 de cada 10 peruanos, 7 de cada 10 chilenos u 8 de cada 10 colombianos, y más porque en julio de 2021, se presentó un Punto de Acuerdo exhortando a la Cofece para investigar y dar solución a la demanda de millones de usuarios de estos servicios, así como nuevos competidores en el mercado como las Fin-techs. La Cofece no tomó ninguna postura y, por tanto, se tomó la decisión de presentar una denuncia formal…