¿Ratificación en el Infonavit?

SPLIT FINANCIERO 

Julio Pilotzi
Julio Pilotzi
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Luego de completar la plantilla de secretarios de Estado que acompañarán a Claudia Sheinbaum Pardo durante la primera parte de su gobierno, el equipo de la Presidenta electa trabaja a marchas forzadas para encontrar los perfiles adecuados para las empresas productivas del Estado, en específico para CFE y Pemex. Pero también ha establecido como prioridad elegir a un probado funcionario para llevar la cartera del Infonavit.

Recordemos que, con las reformas que se plantean para el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores, el organismo que hoy encabeza Carlos Martínez Velázquez tendrá la facultad de destinar sus millonarios recursos a la construcción de vivienda, por lo que es prioridad para la próxima mandataria que esta tarea se ponga en manos de un colaborador cercano. Uno que tenga nula relación con firmas constructoras y una voluntad a prueba de corrupción. Hablamos de que el Instituto estaría destinando cada año unos 35 mil millones de pesos para la construcción de un promedio de 75 mil viviendas; es decir, un negocio redondo para las compañías privadas que sean elegidas para edificar los desarrollos. Los recursos a invertir en estos proyectos podrían llegar a ser hasta de 250 mil millones de pesos en el sexenio, y la cantidad de viviendas nuevas para las clases más desprotegidas podrían llegar a sumar hasta 500 mil.

En Palacio Nacional saben que el Infonavit es una oficina donde se hacen grandes negocios a costa del erario. No es lo mismo administrar como funcionario los ahorros que el trabajador acumula para adquirir su vivienda que convertirse en el constructor más grande del país; es demasiada tentación para personajes que aún están interesados en tener a sus peones en esas oficinas.

Señalamientos por presuntas irregularidades en la contratación de empresas constructoras, o proveedoras de insumos para la construcción, siempre han existido hacia el Infonavit y los responsables en el cargo. Y quienes llegarán para los próximos seis años no quieren que se sentencie a ese instituto de servir a unos cuantos empresarios y a quienes los rodean.

Hay temor fundamentado en el equipo de Sheinbaum de que estas mismas situaciones pudieran encontrarse en un Infonavit que construya vivienda; por lo que se percibe como indispensable hacer una limpieza profunda del organismo antes de entregarle su nueva misión. Una acción que contemplaría nombrar nuevo titular de despacho y su primera plana de colaboradores. Hay algunos personajes que hoy están ya se ven como transexenales.

Sin duda, el proyecto que Sheinbaum Pardo emprenderá con el Infonavit tiene alcances para solucionar la problemática de vivienda que se tiene en los estratos sociales bajos; pero éste deberá manejarse de manera delicada.

Ya hubo un antecedente de lo corrompible que es este modelo en el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, en el que las empresas constructoras denunciaron que los funcionarios les pedían 10 millones de pesos y hasta el 10% del valor de sus contratos para participar en los proyectos de vivienda social.

Por cierto lo que no gustó y siguen sin olvidar son las palabras de Carlos Martínez Velázquez, que desestimó los amparos presentados contra el Fondo de Pensiones para el Bienestar calificándolos como una “vacilada”, porque si bien es un proyecto de la Cuarta Transformación, debió ser más prudente al emitir sus palabras. Veremos.

Dejar a China. No hay que perder de vista las palabras del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que afirma que México, al igual que Norteamérica, necesita producir más de lo que consume, ya que estamos dependiendo demasiado de productos básicos de China para nuestros hogares, y que además afirma que el país con el proyecto de nación que llegará, está planteando hacer un cambio en la política de inversiones y de atención a la inversión extranjera. Estas palabras se dejaron escuchar en el evento “Balance económico sobre desarrollo industrial y T-MEC”, realizado en San Luis Potosí, donde se sostuvo también que la región del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá sigue siendo muy dependiente de las importaciones chinas. Al respecto, se precisó que Estados Unidos depende de China para el 16.5% de su importación, Canadá de 13.5% y México de 19.6%. Se enfatiza que ésta es una situación que ha conducido a un sentimiento de proteger más a nuestras industrias, sentimiento que, aseguró, ha crecido tanto en Estados Unidos como en México. Así que conclusión es dejar de depender de China y hacer lo que nos corresponde como nación.

Voz en off. Por cierto, ya que hablamos del tema de construcción y vivienda, el arquitecto Diego Alvarado de León se convirtió en la última década en una de las voces de mayor influencia dentro de la industria de la construcción en México y en el mundo. Conocido como el Arqui Juve, o San Juve para los estudiantes de arquitectura, maneja desde Saltillo, Coahuila, cuentas en redes sociales con más de 7 millones de seguidores; desde las que difunde los más recientes descubrimientos de su industria y detalla su aplicación tanto en las obras de gran escala como en las de naturaleza casera. En los últimos meses, el Arqui Juve había estado denunciando en Facebook, que fundó Mark Zuckerberg, diversas cuentas que suplantaban su identidad y que plagiaban su ya cotizado contenido; pero la respuesta que dio META a esos reclamos fue impensable: por equivocación o por estrategia, la firma internacional decidió suspender la cuenta original. Esperemos que el tema sólo sea una coincidencia y haya pronta solución a esa equivocación…