Empezar un año nuevo es un buen momento para optar por un tono de mayor aliento sobre los tiempos por venir. A pesar de los múltiples problemas que no hemos logrado resolver en nuestras sociedades, como la simple libertad de disentir, la historia continúa escribiéndose en colectivo y ahí uno de los capítulos que por décadas ha cautivado a nuestra especie, como lo es la exploración espacial, en 2022 comenzará a formar parte de nuestra vida cotidiana.
Y es que podrá parecer que las crecientes noticias sobre el espacio se tratan sólo de las excentricidades de unos cuantos, como los multimillonarios lanzándose a sí y sus amigos al espacio, o las tal vez excesivas loas que el capitalismo se lanza a sí mismo, como el nombramiento de Elon Musk como el personaje del año por la revista Time. Pero la realidad es que ha comenzado una carrera en la que, aderezada por la siempre presente rivalidad geopolítica, ésta será la década en la que se establecerá el primer asentamiento humano con intenciones de permanencia fuera de nuestro planeta y se dará el pistoletazo de salida a una nueva etapa en la que no sólo los multimillonarios, Estados Unidos y China, serán sus protagonistas.
La comunidad científica internacional es la que ha dado uno de los pasos fundamentales con el lanzamiento del telescopio espacial James Webb. A diferencia del telescopio Hubble, que con su espejo de 2.4 metros de diámetro orbita a 593 kilómetros de la Tierra, esta nueva apuesta tecnológica de la NASA, la Unión Europea y Canadá pondrá un dispositivo de 6.5 metros de diámetro en uno de los únicos cinco puntos en el espacio en el que un objeto puede gravitar entre la Tierra y el Sol prácticamente sin usar energía, a 1,500,000 kilómetros de aquí. Este telescopio orbitará más allá de la Luna, que comenzará a convertirse en un punto en el camino, más no el final, pues también ha comenzado una carrera por habitar nuestro único satélite natural.
El programa Artemisa comenzará el primero de una multiplicidad de lanzamientos y preparativos para crear una estación espacial habitada alrededor de la Luna que hacia el final de la década concluirá con el asentamiento de los primeros humanos en el terreno lunar. Alrededor de este programa ya hay otros siete países que se han sumado al proyecto y han firmado las reglas para la exploración espacial puestas en los Acuerdos de Artemisa: Australia, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Italia, Reino Unido y Luxemburgo (sobre este último caso vale la pena hablar en otro momento, pues 2% de su PIB ya es producto de la industria espacial).
Fuera de estos acuerdos, India también lanzará en 2022 su primera misión para colocar un robot en la Luna, además de los proyectos de Rusia en colaboración con China, que también este año inaugurará su primera estación espacial (pues ellos no forman parte del equipo de la Estación Espacial Internacional). Además, 2022 también será el primer año en que más personas viajarán al espacio a través de privados, que astronautas de agencias gubernamentales. 2022 comienza con una nueva era espacial cada vez más cerca de ser una realidad. Feliz inicio de año.