El crédito de mil mdd que obtuvo la aerolínea, que dirige Andrés Conesa, debe pagarse en 18 meses y para lograr el acuerdo con el prestamista Apollo Management Holdings, de León Black, Aeroméxico pagará una tasa de interés Libor Plus de 8% por el primer tramo de 200 mdd y de 12.5% por el segundo tramo de 800 mdd, dando en garantía colateral prácticamente todos sus activos; una operación audaz jugándose el todo por el todo.
La ocupación y número de vuelos de la firma empezaron a registrar mejoría en julio respecto a junio y para agosto se prevé que realice 7,400 vuelos; la eventual masificación de las vacunas anti-Covid-19 permitirá que los pasajeros pierdan el miedo a volar y se desconfinen diversos destinos… pero en lo que ello se materializa, la compañía, que encabeza Javier Arrigunaga, eligió a Apollo, de entre las diversas opciones presentadas en el beauty contest organizado por Rothschild & Co, y así obtener el combustible para salir adelante del Chapter 11 y que implicará presentar en un plan de negocios para los próximos 5 años.
Y ciertamente, ningún combustible es gratis: además de la tasa de interés, se cubrirán 10 mdd de comisiones iniciales… y las cantidades de dinero no usadas pagarían 4.5% anual en el primer tramo y 8% en el segundo. Y si por alguna razón Aeroméxico quisiera liberarse del compromiso le costaría 12 mdd, según el documento firmado por el representante legal de la aerolínea, Ricardo Sánchez, y Laurie Medley, por Apollo.
La cereza del pastel es que el crédito podrá ser convertible a acciones de la compañía. Y para garantizar el repago se proponen dos B 737-800 y dos 737-700, los derechos obtenidos en los arrendamientos de los demás aviones, piezas y refacciones, el activo de Paseo de la Reforma 445, el 50% del centro de mantenimiento MRO, los derechos en 51 rutas internacionales, los 8 slots en el aeropuerto neoyorkino JFK, los dos en el londinense Heathrow, los de la Terminal 2 del AICM, la participación en Club Premier y la propiedad intelectual de marcas, copyrigths, secretos comerciales de Aeroméxico.
Guardia Nacional transparenta. El pasado viernes (se concretó la compra por parte de la Guardia Nacional (GN), al mando de Luis Rodríguez Bucio, de equipo táctico, de campaña y vestuario. Vale destacar que el proceso, que fue revisado con lupa para garantizar la transparencia y calidad en el mismo contando con la inspección de la SFP, de Irma Eréndira Sandoval, a fin de evitar las compras entre cuates como sucedía en el pasado. En la licitación LA-036H00998-E47-2020, efectuada por la Dirección General de la Coordinación de Administración y Finanzas de la GN, llegaron 25 ofertas, y se decantó a favor de los proveedores que ofrecieron ahorros de 40% en comparación al gasto previo y con calidad certificada a nivel mundial. Algo muy, pero muy diferente, a los cubrebocas con sobre precio que compra el IMSS.
Cemex en el aeropuerto… de Atlanta. Y en el aeropuerto más transitado del mundo, Atlanta, la multinacional mexicana que dirige Fernando González fue el proveedor de 15 mil toneladas de concreto para renovar la pista 9L-27R y una calle de rodamiento encomendada a la constructora McCarthy Improvement. Ese aeropuerto atiende 110 millones de pasajeros al año… un poquito menos de los que hubiese atendido en 20 años el NAIM de no haber sido cancelado. Así las cosas.
Cruce a 100 pesitos. Los transportistas agrupados en la Canacar, que encabeza Enrique Muñoz, saben que para pasar por la Carretera Panamericana (y otras 5) en la zona de Vicam, Sonora, deben pagar 100 pesos por unidad a los grupos ligados al liderazgo levantisco de Juan Matuz González… y hacer colas de hasta 12 horas. Los trenes de Ferromex, con 1,800 carros varados, deben dar rodeos enormes para que la carga no padezca la suerte de 80 mil libros de texto gratuito o los componentes para la Ford en Hermosillo que lleva Gabriel López. ¿Y la SCT? Al parecer Jorge Arganis desconoce sus atribuciones.