AICM, arrendamiento y cuentas chileras

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores larazondemexico

Se le dice “cuentas chileras” a la práctica miope en el mundo de los negocios donde el comerciante prefiere perder altas ganancias de mediano y largo plazo en aras de un pequeño pero rápido beneficio. Y eso es lo que sucede en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde la administración de Jesús Rosano perdió al 20% de sus locatarios.

Y podrá perder muchos más a partir de la semana entrante en que vencen masivamente los contratos de arrendamiento: el martes 20 de octubre al iniciar el vencimiento de 570 contratos que debían trasladarse a las áreas dispuestas para ello en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México... pero como una “consulta popular”, fuera de toda norma legal, fue la que se justificó cancelar el aeropuerto en Texcoco, pues ahora no hay donde puedan mudarse los locatarios de vetusto AICM.

Y en el jaleo de la cancelación del NAIM y la formación de garantías por 4,200 mdp para seguir pagando el bono que se emitió para construir el aeropuerto cancelado, se les “pasó el tiempo” a los subalternos del subsecretario de Transporte, Carlos Morán y trompicones iniciaron la reestructura de contratos recién se oficializó la pandemia de Covid-19 en México. Todo un shock para las finanzas del aeropuerto capitalino cuya generación de TUA se destina al pago del bono y cuyos ingresos por renta —que sirven para mantenimiento— cayeron al piso.

Gallina muerta. Un conteo propio indica que son 108 los espacios comerciales cerrados, especialmente los más grandes dedicados a restaurante y cafetería (21 caídos de 103 en total), salas lounge (4 de 15) y ropas y accesorios de marca (10 de 54).

Sin embargo, 80% de los negocios que se mantienen operando con ingresos equivalentes al 40% promedio de sus ingresos, significa que obtienen 1/3 de sus ingresos previo a la pandemia. Y eso es natural por el derrumbe del número de viajeros y las precauciones sanitarias que toman las personas que empiezan a viajar.

Pero ello tiene sin cuidado a la dirección comercial del AICM: para renovar nuevos contratos todos los aumentos son arriba de inflación, empezando por 8% hasta 50% según en caso.

Vaya, no se aplica el criterio comercial como lo hacen los equipos de Carlos Slim, Moisés El-Mann, Salvador Daniel, Max Michel o Germán Larrea o Justino Hirschhorn en sus respectivos centro comerciales y Centros Corporativos, ofreciendo descuentos y plazos. En el AICM se aplica una regla de precio burocrático y quién lo pueda pagar, bien… y si no también. A eso se le llama matar a la gallina de los huevos de oro.

Maestros para la vida real. En un franco contrasentido la actual Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros excluyó de los concursos de selección a las personas que colaboran en la educación inicial que no tengan título profesional, a pesar de que el rezago de cobertura en ese nivel educativo es de un 95% de los potenciales alumnos. Por eso, la diputada poblana Marta Huerta propuso en una iniciativa que también se pueda laborar en este nivel educativo reconociendo la certificación de competencias y la experiencia laboral.

Pavlovich, mano a mano. La gobernadora de Sonora parece que se irá por la puerta grande: el Quinto Informe de Claudia Pavlovich llegó como el marco de una reapertura económica responsable ante el riesgo Covid-19, con un reconocimiento real a los trabajadores del sector salud en donde se invirtieron 454 millones en equipamiento hospitalario, así como con estímulos reales a la recuperación de empresas y de las fuentes de empleo. Lo que bien empieza, bien acaba.

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