Mauricio Flores

Chiapas: Zoé, Partido Verde y presupuesto

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La “bajada” del director del Instituto Mexicano del Seguro Social de la precandidatura de Morena a la gubernatura de Chiapas tiene, a contrapelo, “la subida” a esa aspiración de la sobrina de Andrés Manuel López Obrador, que implica dejar fuera a medida docena de suspirantes morenistas chiapanecos y abrir la puerta para que el Partido Verde Ecologista de México tome su propio camino con un candidato altamente competitivo en las predeciblemente reñidas elecciones del 2024: los de color guinda postularán a Manuela Obrador, pero los verdes pueden lanzar a Luis Armando Melgar.

Con el destape de este fin de semana en favor de Manuelita quedan desechadas las aspiraciones de otros morenistas como la alcaldesa de Tapachula, Rosa Irene Urbina; Oscar Ramírez Aguilar, Eduardo Ramírez, Carlos Morales o Sasil de Léon que, hasta julio pasado, figuraban en las encuestas locales de preferencia. Si estos suspirantes no se suman a la cargada oficial marcada por un dedazo, su futuro político dentro de un gobierno guinda no pasará de una prefectura en alguna escuela primaria oficial.

Eso, en lo que a Morena corresponde. ¿Y qué hará su aliado, el Partido Verde? Puede sumarse a la cargada oficial de manera pasiva y seguir la inercia electoral. Su opción, en principio, es buscar un candidato propio que le permita mantener y fortalecer su representación federal y estatal, como el actual diputado y exsenador Melgar Bravo, a fin de no quedar reducido a un “partido de compañía”. Veremos qué dice la organización que encabeza Karen Castrejón…, máxime que su representante en el “corcholatur”, Manuel Velasco, no ganará la encuesta que Morena realizará en unos días para ungir a quien le representará en 2024. Ello dejará “muy triste” al Verde, lo cual puede fragmentar la alianza obradorista en 2024, ante un Frente Amplio Por México en plena expansión por sus procesos concertados y de inclusión participativa para elegir candidatos.

En el Estado de México, luego de varias fintas de “iremos solos”, José Couttolenc terminó por sumar al PVEM a las filas de la morenista Delfina Gómez como factor crucial de triunfo. Pero Chiapas es otra cosa…, además de que en 2024, la lucha será más intensa por los espacios de poder nacional, incluyendo nada menos que las mayorías legislativas que definirán el uso del presupuesto federal y la revisión de lo gastado en el sexenio obradorista.

 

AIFA, 2,700 mdp para 2024. Hablando de presupuestos. Números más, números menos, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles requerirá unos 2,700 millones de pesos que la SHCP, de Rogelio Ramírez de la O, deberá incorporar en el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 para que se discuta y apruebe en la Cámara de Diputados en el próximo periodo legislativo. La suma requerida por el AIFA sería 103.3% superior a los 1,328 millones de pesos asignados en transferencias, subsidios, asignaciones y otras ayudas presupuestadas para 2023. El aumento solicitado será para cubrir la renovación de permisos y licencias del equipo aeroportuario y aeronáutico con que trabaja la terminal a cargo del general Isidoro Pastor, como son los modernos hardware y software de vigilancia, control de acceso, revisión de pasajeros y equipaje y de navegación desde la Torre de Control; además, a dos años de su inauguración, se requiere mantenimiento regular en techos, muros perimetrales, revisión de sistemas de drenaje y eléctricos, pintura (entre otros) en el edificio terminal, estacionamiento y estructuras de servicios auxiliares.

De ahí la relevancia económica de elevar de 3 millones a 15 millones de pasajeros entre finales del 2023 y finales del 2024 en el AIFA, a fin de reducir los subsidios federales con miras a la autosuficiencia. 

 

Jugo de naranja o naranja y nada. La disyuntiva de Movimiento Ciudadano es clara: optar entre ser una fuerza relevante en el Congreso federal y de diversos estados (donde se aprueban y revisan los dineros públicos) e incluso ganar gubernaturas, o reducirse a un “partido de compañía” del oficialismo. La primera opción está en MC de Jalisco, el que representa el gobernador Enrique Alfaro y los legisladores naranjas del centro-occidente del país, el que tiene la mayor capacidad de acción territorial, capaz de “sacarle jugo ganador” en 2024, ya sea unificados o sumándose con el Frente Amplio por México con base en proyectos comunes. La otra es la de Dante Delgado y sus afines, creando la ilusión de que “irán solos” en 2024 o aceptando sumarse a Morena, tal como lo muestra el “coqueteo presidencial” hacia el gobernador neoleonés Samuel García.

¿De naranja o nada?