Entre los asuntos que María Elena Álvarez-Buylla no soportó del Foro Consultivo Científico y Tecnológico fue que en abril de 2019 —recién entrando el gobierno de López Obrador— la entidad a cargo de la también recién electa Julia Tagüeña firmó un acuerdo con Fonatur para dar acompañamiento y consejo al desarrollo del Tren Maya; 10 meses después, la administración del Conacyt filtró a medios un documento en que descalificó gravemente a uno de los proyectos gubernamentales insignia.
No era la primera (ni tampoco última) ocasión en que Álvarez-Buylla tomaría revancha contra el foro que acumuló muinas y hostilidades por años. Poco antes de la descalificación al Tren, encargado a Rogelio Jiménez Pons, Álvarez-Buylla intentó desconocer la autonomía y condición de asociación civil del Foro, aunque fracasó ante la Suprema Corte. Pero la embestida no cesó: se convenció a la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, enviar dos andanadas para criminalizar el trabajo de 31 científicos integrantes de una asociación (cuya mayor posesión es un sencillo y funcional inmueble en Coyoacán) que incluyeron orden de aprehensión por crimen organizado. Tales órdenes fueron también negadas por el poder judicial.
Sin embargo, dado que la FGR lanzará una tercera ola contra las y los “científicos del viejo régimen” con el respaldo abierto de Palacio Nacional, no será de extrañar que diversos integrantes de dicho foro opten por solicitar asilo político en otras naciones exponiendo que son objeto de persecución por cuestiones ideológicas y de poder.
Tal es el sentir entre algunos de los más prominentes integrantes de la comunidad científica y académica del país.
Vaya, la acusación más grave es que el foro gastó 571 mdp en 16 años (unos 1.6 mdd anuales) en realizar congresos, alimentos, traslados, y salarios. La acusación es desvirtuada por la presentación de los trabajos que han hecho los excoordinadores de dicha asociación, desde José Antonio de la Peña hasta Tagüeña.
Aun así, esa suma es una bagatela: sólo en España el gobierno izquierdista de Pedro Sánchez planteó invertir 1,500 millones de euros entre 2021 y 2022 para reimpulsar la ciencia y no “vivir sólo de turismo”; ya no digamos tal inversión en Alemania, EU o Corea del Sur e incluso de Colombia, Brasil y Chile.
Aquí, sin embargo, podríamos estar a la puerta de una nueva diáspora de mexicanos comprometidos con la ciencia; esta vez no por falta de apoyo institucional o trabajo, sino por el riesgo que advierten corre su libertad, sus ideas, su salud y patrimonio.
Baz que vas por la superapp. Hablando de innovación, quien acaba de lanzar una auténtica superaplicación digital es Banco Azteca, que encabeza Ricardo Salinas. Tuve la oportunidad de reactivarla en un nuevo equipo smartphone y sorprende su capacidad de reconocer y registrar datos incluyendo biométricos, así como en desplegar servicios y productos conforme al perfil de ingreso, gasto e inversión del cliente. El banco, dirigido por Alejandro Valenzuela, coloca en manos de las personas una herramienta de inteligencia artificial versátil y segura, capaz de optimizar la memoria y despliegue en los celulares. Detrás de la superapp están las habilidades y conocimientos de ingenieros, mercadólogos y especialistas mexicanos y una sólida inversión en infraestructura.
Apurando refinerías. La visita de AMLO a las refinerías de Cadereyta y Minatitlán, así como a la de Dos Bocas, tiene por objetivo apuntalar las obras de reparación, modernización y construcción a fin de reducir la magnitud de las importaciones de combustibles en que se gastan hasta 12 mil mdd anuales. De hecho, en los primeros 7 meses de este año dichas compras sumaron 8 mil 454 mdd, un aumento de 11.6% en valor. Sin embargo, el volumen de gasolina importada, por ejemplo, se redujo 11.04% en ese mismo periodo y -4% la importación de diésel, lo cual refleja que las reparaciones efectuadas este 2021 reducen progresivamente la dependencia de proveedores externos…, pero la producción nacional aún no es suficiente para amortiguar la magnitud en divisas de tales compras.
Harp vs. Jara. La verdadera guerra por la gobernatura de Oaxaca no se dará entre Morena ante PRI-PAN-PRD o Movimiento Ciudadano. La batalla será al interior del partido oficial entre dos candidatos que se mueven en dos pistas distintas: la senadora Susana Harp, que cultiva el apoyo presidencial a su candidatura; por otro, el líder local Salomón Jara que apuesta a la fuerza territorial que tiene entre los militantes y simpatizantes en el estado. Aunque en el pasado informe de Harp en Juchitán todo fue armonía y cordialidad, ya todas las huestes se aprestan a una serie de batallas frontales como en los viejos tiempos.