Resulta extraño que aun y cuando el Instituto de Seguridad y Servicio Social para los Trabajadores del Estado tiene un sistema en línea y telefónico para agendar citas, en diversas clínicas y hospitales se observan largas filas que desde muy temprano forman los derechohabientes en donde tienen que esperar largas horas para recibir atención… por lo que algunos bribones les rentan banquitos o sillas —por hasta 300 pesos— para que sea menos agotadora la espera o venta de fichas de turno bajo la impávida mirada de los directores de esas clínicas, mismos directivos que no han querido registrar esas clínicas al sistema de citas electrónicas con la anuencia del director normativo de Salud, Ramiro López Elizalde.
El esfuerzo de la administración de Pedro Zenteno para mejorar el trato a más de 13 millones de derechohabientes topa con ese tipo de prácticas que degradan el servicio a fin de exprimirle dinero a los pacientes, prácticas que no han resultado fácil de enfrentar, pues no son pocos los funcionarios que se sienten dueños del instituto; al rehusarse a inscribir a las clínicas al sistema en línea, desarrollado por la subdirección de tecnología de la información a cargo de Alejandra Fernández, los funcionarios tramposos y sus cuates tienen tiempo de sobra para “su práctica privada” en horarios que debían destinar al servicio público y, de paso, espoliar a los pacientes y sus familiares.
Ante esto curiosamente López Elizalde no se da por enterado ni por interesado, por lo que ya empieza a ser conocido como “El señor de los banquitos”. Por cierto, el director normativo tiene sus propias redes sociales (Twitter y Facebook) donde utiliza el nombre y logotipo del ISSSTE para un espacio digital llamado @ISSSTE_salud donde promueve su imagen, la de sus allegados y uno que otro curso por Zoom o presencial. Ello significa usar indebidamente la marca e imagen de una institución del Estado mexicano con un posible daño patrimonial por usufructo ilegal, asuntos que no pueden pasar inadvertidos para Roberto Salcedo como secretario de la Función Pública, para el coordinador de Estrategia Digital Nacional, Emiliano Calderón, ni para el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial a cargo de Alfredo Rendón.
Qatar por Azteca. Como lo marca el sello de la casa, hará gran despliegue técnico, de contenido multiplataforma, talento y creatividad para la cobertura que hará del Mundial Qatar 2022: el equipo, al mando del vicepresidente de Grupo Salinas, Benjamín Salinas Sada, llevará productos exclusivos para la transmisión de los 32 partidos que se televisarán por Azteca 7 donde confluirán analistas afamados como Luis García, Christian Martinoli, Luis Roberto Alves Zague, Jorge Campos, Carlos Guerrero, Inés Sainz y Antonio Rosique, entre muchos otros; de remate va el grupo estelar de expertos en futbol como Iker Casillas y Jorge Valdano. El buen humor y la comedia rifan con la experiencia de El Costeño, de Daniel Sosa y Paulina Díaz, además de producciones que darán cuenta de estilo de vida, cultura y gastronomía en el país anfitrión.
Se va a poner bueno.
Razú dejó Minería 88. Es bueno saberlo. El que fuera director de Gobierno cuando Víctor Hugo Romo dirigiera la alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México dejó el departamento de 90 metros cuadrados que ocupaba en Minería 88 tan pronto se enteró de las irregularidades existentes. A través de una muy educada comunicación, David Razú nos hace saber que ni él ni nadie de su familia han tenido alguna propiedad en la demarcación. Así, es mejor saber que el exfuncionario tomó sana distancia de un edificio más chueco que un plátano.
Y es que Minería 88, al igual que otras edificaciones, su diseño y trucos para sobredensificar y pagar los menos derechos posibles a la alcaldía (para maximizar la ganancia) se acuñaron en Osa Menor 171-6, sede del Grupo Inmobiliario Deviratan del empresario indio Vinod (Max) Mangwani y representado por Arturo Montes. Vaya que hay tela de donde cortar del Cártel de los Ricos que se desarrolló a la sombra de Romo.
Trabajadores del Turismo estrenan líder. Y el viernes Fernando Martínez Gutiérrez rindió protesta como nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Hotelera, Gastronómica y Conexos (Sitiha), el cual representa a más de 40 mil empleados en una industria estratégica que genera 1/3 parte de las divisas que capta el país. Martínez Gutiérrez acierta cuando asegura que el turismo puede salvar la economía nacional, así como acierta en su ánimo de impulsar junto con todos los trabajadores del sector una plena recuperación económica. En buena hora.