Maíz: panel de controversia, viernes de crucifixión

Este viernes vence el plazo en que la USTR encabezada por Katherine Thai y la representación comercial de Canadá, a cargo de Mary Ng, dieron al Gobierno de México para argumentar científicamente su rechazo a la importación y comercialización de maíz amarillo transgénico; y aunque la Secretaría de Economía, a cargo de Raquel Buenrostro, habría pedido otro plazo para presentar tal argumentación, dicha extensión ya no procede.

Así que es casi un hecho que este lunes de Pascua nos amanezcamos con la noticia de que nuestros socios comerciales iniciaron un panel de controversia que han instigado los chamanes y chaneques de la Cuarta Transformación.

Por tanto, en el tradicional viernes de crucifixión de la Semana Santa, nos habremos encaminado a un conflicto comercial cuyo costo directo es de 5 mil millones de dólares y que podría implicar sanciones compensatorias en daño a 12 mil millones de agroexportaciones mexicanas a Estados Unidos y Canadá. La única posibilidad de evitarlo es que al no existir pruebas y estudios científicos de que el consumo pecuario de maíz amarillo transgénico provoque daños a la salud humana y animal, el Presidente se retracte de su último Decreto (del 13 de febrero de 2023) que impidió la comercialización de ese tipo específico de grano.

De lo contrario, de no dar marcha atrás, el panel será invocado y será una derrota segura para México. Y es que ni los chamanes de María Elena Álvarez-Buylla en Conacyt, ni los chaneques de Hugo López-Gatell en la Secretaría de Salud han podido acreditar una sola metodología de análisis, estudio y/o publicación científica que acredite sus dichos; tampoco los concheros de la secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores, han puesto sobre la mesa algún resultado de laboratorio que demuestre la nocividad del maíz transgénico y que su comercialización pueda tener algún incierto efecto de “polinización cruzada”.

En la última reunión de alto nivel en Washington sobre el tema, la Secretaría de Agricultura de EU, a cargo de Tom Vilsak, compartió con la delegación mexicana un catálogo con decenas de referencias bibliográficas, estudios y comentarios de afamados científicos (incluyendo algunos premios Nobel) para que en México se pudiera dar forma a una explicación científica a la negativa oficial. Sin embargo, ello no ha sucedido, nos reportan desde la capital estadounidense.

Así que hay de dos sopas: o nos llevan a un panel, o damos reversa para evitarlo.

“Nacionalización” con sabor privatizado. Pues no, no fue una nacionalización la compra de 80% parte de los activos Iberdrola en México. En el mejor de los casos, podría ser una reorganización de costos —siempre bienvenida— de la Comisión Federal de Electricidad que año con año tenía que pagar casi 50 mil millones de pesos por el suministro eléctrico adquirido a la empresa española.

No fue una “nacionalización” como oficialmente se quiere hacer creer, pues el comprador de esa infraestructura es el fondo de inversiones en energía Mexico Infrastructure Partners, que lidera Mario Gabriel Budebo, quien fuera subscretario de Hidrocarburos en el gobierno de Felipe Calderón…, aunque ciertamente se trata de una compra apalancada en cuanto que Fonadin, a cargo de Omar Ortiz, y otras agencias gubernamentales de financiamiento apoquinan parte de los 6 mil millones de dólares de la adquisición.

Y tampoco fue una nacionalización (menos una “segunda expropiación eléctrica”) porque nunca se ha visto a un empresario al que le han nacionalizado el changarro de tan buen talante como el que mostró Ignacio Sánchez Galán en Palacio Nacional…, y no es para menos si hay un muy buen precio de por medio por plantas de electricidad que en su mayoría están depreciadas.

Claudia en Canacar. Tras la jubilación del siempre profesional Refugio Muñoz como director de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, la organización que encabeza Miguel Ángel Martínez designó como nueva directora a Claudia Sánchez Porras, ejecutiva de altos vuelos y amplia experiencia en sistemas de transporte naval, multimodal y de logística, tanto en el sector privado (por ejemplo, en Stovering Services of America México) y en el sector público (en la Coordinación de Puertos y Marina Mercante). En buena hora.